El Arzobispo de Zaragoza, Mons. Carlos Escribano, junto con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón se han reunido esta mañana a primera hora en el Vaticano con el papa Francisco.
El Arzobispo le ha regalado al Santo Padre un aguamanil de cerámica de Muel, elaborado en el Taller de dicha localidad. En el jarro se puede ver un Buen pastor y en la palangana el escudo y el lema de Francisco, todo con la decoración típica de esta escuela de cerámica.
Don Carlos Escribano ha contado a los medios que le han preguntado a la salida de esta reunión que «el Santo Padre ha sido muy fraternal y agradable, ha mostrado el cariño que tiene a nuestra tierra, y hemos recordado lo que supuso la vista de san Juan Pablo II a Zaragoza hace 40 años». También ha adelantado que el Papa «ha dejado a puerta la posibilidad de viajar a España, lo cual nos ha llenado de alegría».
