El obispo de Barbastro-Monzón, Mons. Ángel Pérez, presidió en la S. I. Catedral de Barbastro la eucaristía en la solemnidad del Corpus Christi, a la que precedió una pequeña procesión con los niños y niñas de Primera Comunión que, partiendo de la sacristía, entraron al templo por la puerta principal. La celebración, solemnizada por el coro de la Unidad Pastoral de Barbastro, se inició con las palabras de la secretaria de Cáritas Diocesana, Ana Belén Andreu, que realizó un llamamiento a la solidaridad de los presentes «para seguir siento un faro de esperanza para quienes más lo necesitan».
En su homilía, don Ángel preguntó a los niños y niñas de Primera Comunión por los regalos más valiosos, los gratuitos, y, de entre todos ellos, el mejor: Jesús, al que hace unos días habían recibido por primera vez. Al finalizar la misa, y portando el Santísimo, el obispo atravesó la nave central para salir a la calle bajo el palio de cuatro varas sostenido por cofrades de la Minerva, la antiquísima Cofradía del Santísimo Sacramento barbastrense. Los pétalos que arrojaban los niños salpicaron el camino hasta llegar a la iglesia de San Francisco, donde tuvo lugar la oración final.
