La Hermandad de Amigos del Monasterio El Olivar de Estercuel se constituyó el pasado domingo con 85 socios fundadores, una cifra que podría superar ya el centenar pero que se tuvo que paralizar para poder organizar el acto fundacional. Una fundación que parte con el objetivo de recuperar la asistencia masiva de romeros al convento mercedario; hacer del enclave espiritual un foco cultural, social, empresarial y económico que impacte en el crecimiento del medio rural; y recabar aportaciones para el mantenimiento de un edificio con cinco siglos de historia.
La Hermandad está formada por personas que, de una forma u otra, tienen relación personal con el Monasterio y quieren colaborar prestando su apoyo y ayuda a la comunidad mercedaria que lo regenta. Su presidente es José María Lomba Burriel, de Muniesa; y cuenta con una junta rectora.
Entre los socios fundadores están Mons. Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; el alcorisano Mons. Florencio Rosselló, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, quien ha oficiado la misa; José Juan Galve, superior provincial mercedario; Núria Ortín, directora de la Fundación Obra Mercedaria; y miembros de la Real Orden de Caballeros de Santa María del Puig. En el ámbito institucional, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, representado en el acto por la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández; el vicepresidente primero, Alejandro Nolasco; el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco; el presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste; y alcaldes de pueblos de la zona. En el el sector jurídico-financiero, el consejero de Estado y expresidente de Endesa Manuel Pizarro; el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano; el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Eugenio Gay; y el decano del Colegio Notarial de Aragón, Dámaso Cruz. En el ámbito empresarial, Guillermo Luengo del Grupo SAMCA; el decano del Colegio Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja, Salvador Galve; de General Minera; Alberto Alfonso, de Apadrina un Olivo; Raimundo Cubeles, presidente del Grupo de Comunicación La COMARCA; y la familia Murria.
La ceremonia dio comienzo con la firma, ante notario, de los estatutos por parte de los socios fundadores, a título particular aunque muchos de ellos están ligados a instituciones públicas, sector financiero aragonés, empresas, ámbito de la cultura, autoridades de la orden mercedaria, militares y sociedad civil afincada en Aragón, Madrid, Barcelona y Valencia.
A mediodía tuvo lugar la eucaristía dominical, presidida por el arzobispo de Pamplona, el mercedario alcorisano Florencio Roselló. Y posteriormente fue la ceremonia solemne de constitución de la Hermandad Amigos del Monasterio del Olivar, con bienvenida a cargo del provincial de la Orden de la Merced, José Juan Galve, acompañado del historiador mercedario Joaquín Millán. El canto de la Salve a la Virgen del Olivar cerró el acto, al que siguió una comida de hermandad en el refectorio monacal a la que asistieron más de 120 personas.
Una de las acciones concretas será “recuperar de alguna forma el prestigio, la historia de romerías por las que durante muchos años el monasterio ha sido punto de referencia”, apuntó el voluntario Juan Fernández. Con el paso del tiempo “se ha ido reduciendo y minimizando” esta participación, que suele tener lugar anualmente por Pentecostés. “Vienen solo de 15 a 30 personas y esto lo hemos de recuperar”, apostilló. La tradición romera data de más de un siglo y participan en ella vecinos de Estercuel, Gargallo, Crivillén, Obón, Alcaine, Cañizar del Olivar, La Zoma, Ejulve, La Mata de los Olmos, Alloza o Lécera (Zaragoza), entre otros.
El monasterio funciona como hospedería, alquila apartamentos y tiene restaurante. En los últimos años se ha abierto aún más al público con observación del firmamento. Cursos, encuentros y campamentos llenan la agenda.
