El Pueblo de Dios celebra la Semana Santa para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Unos acontecimientos que nos llevan de la tristeza al gozo, de la oscuridad a la gloria del domingo en el que se evidencia que Cristo es la luz del mundo.
Los cristianos estamos llamados a profundizar en estos misterios desde la oración, la contemplación y la meditación, pero también ampliando nuestro conocimiento sobre lo que celebramos. La Conferencia Episcopal nos da las claves para vivir con mayor hondura este tiempo de gracia a través de un material publicado en su web.
«Su amor lo llevó a sacrificarse por nosotros, a cargar sobre sí todo nuestro mal. Esto nos deja con la boca abierta: Dios nos salvó dejando que nuestro mal se ensañase con Él. Sin defenderse, sólo con la humildad, la paciencia y la obediencia del siervo, simplemente con la fuerza del amor. Y el Padre sostuvo el servicio de Jesús, no destruyó el mal que se abatía sobre Él, sino que lo sostuvo en su sufrimiento, para que sólo el bien venciera nuestro mal, para que fuese superado completamente por el amor. Hasta el final».
Francisco
Materiales para la reflexión
En la web de la CEE, en el apartado Creemos, se han preparado materiales para la reflexión. En ellos se pueden encontrar ocho bloques temáticos: preguntas y respuestas sobre la Semana Santa; Domingo de Ramos en la Pasión del Señor; Jueves santo en la cena del Señor; Viernes Santo; Sábado Santo, esperanza junto a María; Vigilia pascual en la noche santa; un apartado que explica diferentes símbolos y celebraciones litúrgicas que son importantes para comprender las expresiones de fe que estos días se dan en todos los pueblos y ciudades; hasta llegar al Domingo de Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo : este es el día en que actuó el Señor, la solemnidad de las solemnidades.