La Diócesis de Huesca ha celebrado este lunes 22 de enero la festividad de San Vicente Mártir, copatrón de la capital, con una eucaristía que en esta ocasión se ha celebrado en la Catedral y que ha estado presidida por nuestro administrador apostólico, don Vicente Jiménez Zamora.
Esto se ha debido a la situación de alerta sanitaria por el repunte de casos de gripe. Normalmente, la eucaristía se celebra en años alternos en la iglesia de san Vicente Mártir y en el convento de la Asunción. Por este motivo, la veneración a este santo universal se ha llevado a cabo guardando una prudencial distancia. Al final de la celebración en la iglesia de san Vicente Mártir se ha desarrollado el tradicional reparto de naranjas bendecidas, uno de los actos centrales de esta jornada.
Durante la homilía, don Vicente Jiménez Zamora ha señalado que «el testimonio de vida cristiana es la primera e insustituible forma de la misión de Cristo, de la que somos continuadores». La fe, «es un tesoro que debemos conservar y apreciar, que no podemos esconder sino que debemos anunciar, celebrar y testimoniar con valentía y con alegría» en una época de «decaimiento religioso generalizado, de enfriamiento de la fe y de debilidad interna de nuestras comunidades cristianas». En esta situación, urge «despertar, fortalecer y transmitir la fe».