Tenemos una lista tan larga de tareas a realizar que pasar tiempo con nuestros hijos se convierte en uno más de los ítems. En muchas ocasiones me pregunto ¿qué es lo que podemos hacer para que nuestros hijos formen parte activa de nuestra vida cotidiana, de nuestro ocio, de nuestras tareas, y que no se conviertan en una de ellas? Tras hacer una reflexión sobre en qué ocupamos nuestro tiempo y qué tareas pueden ser prescindibles, las opciones, vistas nuestras obligaciones, se quedan francamente limitadas.
Entonces recuerdo que uno de los juegos que más les gusta es jugar a ser mayor, ¿verdad? Jugar a hacer las cosas que también nosotros hacemos. ¿Y cómo podemos utilizar este interés infantil para integrar a los hijos en las tareas? Confesaré que esta idea la vi claramente viable cuando mis hijos, antes de ir a dormir, me dijeron que en lo que mejor se lo habían pasado durante todo el día había sido mientras que limpiaban conmigo el coche. Me sorprendió tanto que disfrutasen frotando unas sucias ruedas mientras que hablábamos y escuchábamos música que pensé en transferir esta idea en otras tareas del día a día, ya que yo disfruté mucho también al compartir ese tiempo con ellos.
En primer lugar, obviamente, tendremos que saber cuáles son las tareas de nuestra lista en las que los hijos, según su nivel psicomotriz, edad y responsabilidad, pueden hacer. Por ejemplo, en muchas ocasiones nos encantaría practicar más deporte pero no lo hacemos al no disponer del tiempo necesario para únicamente nosotros. ¿Por qué no hacerlo con ellos? Daré algunas ideas: ¿Qué os parece si a nuestro hijo le proponemos convertirse por un día el entrenador de natación? Se me ocurren muchas cosas que pueden tener además transferencia positiva para su aprendizaje. Al manejar un cronómetro controlan el tiempo, realizan cálculo matemático, le podemos explicar los diferentes estilos de natación, pueden practicar escritura anotando los tiempos y series, etc. Por supuesto los hijos van a tener una edad en la que os seguirán si nosotros salimos a correr y ellos van en bici. Llegará un día que no les seguiremos y tendremos que coger también la bici. Hay montones de rincones para explorar con ellos cerca de nuestro entorno. ¿Habéis probado a hacer en casa unos ejercicios físicos con autocargas con vuestros hijos? Es divertidísimo, todos los convierten en un animal un baile…
Delegar funciones de tareas sencillas de nuestro tiempo de ocio también ayuda a que asuman cierta responsabilidad, enseña además que en la vida cotidiana hay muchas cosas que a realizar que son a priori tediosas y aburridas, pero que pueden convertirse en un juego y, sobre todo, pueden aumentar el número de valiosos minutos que pasamos en familia.
