TEMAS: #

Mirando a nuestros misioneros

Carlos Escribano Subías
19 de octubre de 2023

El lema de la celebración del Domund de este año, ‘Corazones ardientes, pies en camino’, es muy descriptivo, nos introduce en la esencia de esta jornada misionera y, si me permitís, ilumina también el objetivo que tiene este curso nuestro plan diocesano VITA: “renovados para anunciar”.

La celebración del Domund nos ayuda a mirar a nuestros misioneros, surgidos de nuestras parroquias y comunidades y que abandonaron su tierra, su familia, sus seguridades, sus comodidades para ser lo que son. No podemos olvidar que no se trata de aventureros –aunque algo de ello sí tienen– ni de expatriados –enviados por sus organizaciones a trabajar fuera de España– ni de románticos altruistas. Son en efecto “corazones ardientes”, almas misioneras, hombres y mujeres enamorados de Jesús, a quien han dejado que trasforme sus vidas y les envíe a ser testigos del Evangelio. Hombres y mujeres de oración y de contemplación, que han dejado que el Espíritu Santo les ilumine con su fuerza y su amor para transformarles en apóstoles, no de una causa, no de una teoría, no de una ideología, no de una doctrina, sino de una persona, de Jesús de Nazaret.

Esa pasión, ese amor descubierto, hace que sus pies se pongan “en camino”. Sí, ese encuentro con Cristo hace salir de uno mismo y poner los medios para llevar, a todo aquel que todavía no lo conoce, el amor, la misericordia, la belleza de Dios. En palabras del papa Francisco: “La imagen de los ‘pies que se ponen en camino’ nos recuerda una vez más la validez perenne de la misión ad gentes, la misión que el Señor resucitado dio a la Iglesia de evangelizar a cada persona y a cada pueblo hasta los confines de la tierra. Hoy más que nunca la humanidad, herida por tantas injusticias, divisiones y guerras, necesita la Buena Noticia de la paz y de la salvación en Cristo. Por tanto, aprovecho esta ocasión para reiterar que ‘todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie (…)’ (Evangelii Gaudium, 14). La conversión misionera sigue siendo el objetivo principal que debemos proponernos como individuos y como comunidades, porque «la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia» (Evangelii Gaudium, 15)”. (Francisco, Mensaje para la 97 jornada mundial de las misiones). 

Como os decía, esos dos movimientos auspiciados por el Espíritu Santo en el anuncio misionero, se convierten también para nuestra Iglesia diocesana en don y tarea. En efecto, debemos trabajar conforme nos sugiere VITA en esa renovación de nuestras comunidades cristianas, dejando que ardan nuestros corazones en el amor de Dios, para estar listos para anunciar el evangelio en esta tierra nuestra, buscando caminos creativos que nos permitan llegar a todos.  

Que el ejemplo de nuestros misioneros sea estimulo para nosotros. Y que nuestra oración y ayuda, les estimule a ellos en esa preciosa tarea que Dios ha puesto en sus manos.

Este artículo se ha leído 70 veces.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir
WhatsApp
Email
Facebook
X (Twitter)
LinkedIn

Noticias relacionadas