La Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes llevó a cabo entre el 25 y el 27 de agosto su segunda peregrinación al santuario de Lourdes en Francia. Con 54 peregrinos inscritos y, en esta ocasión, hermanados con la Hospitalidad de la diócesis de Barbastro-Monzón, la expedición estuvo encabezada por el obispo de Huesca, don Julián Ruiz Martorell, junto al presidente de la Hospitalidad oscense, Jesús Labarta.
El viaje partió el viernes 25 de agosto de la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y tras la llegada se celebró misa seguida de rosario en la gruta. A continuación, todos participaron en la procesión del Santísimo con adoración y confesiones. Después de la cena en el hotel fue el turno del rosario de las antorchas.
Al día siguiente, sábado 26 de agosto, se celebró en la gruta la misa presidida por el obispo, seguida de una charla de monseñor Julián Ruiz Martorell y el vía crucis por la montaña y de los enfermos. Después de la comida se desarrolló el gesto del agua con confesiones y, como cierre de la jornada, la procesión del Santísimo con adoración y confesiones y el rosario de las antorchas.
El último día, el domingo, los peregrinos participaron en la misa internacional celebrada en la basílica de san Pío X y de la posterior convivencia hospitalaria antes del regreso a Huesca.
Previamente, los participantes fueron recibidos por el obispo en la catedral de Huesca, donde don Julián Ruiz Martorell les recordó que “nuestra condición desde el bautismo es la de peregrinos buscando la patria definitiva y el encuentro con el Señor». La peregrinación fue también encuentro con «su Madre y con nosotros mismos».