Con el objetivo de poner en valor y reivindicar el patrimonio altoaragonés se ha desarrollado la exposición ‘Signos: Patrimonio de la fiesta y la música en Huesca’ con más de 200 piezas datadas entre los siglos XII y XVIII y con un discurso guiado por las festividades del calendario litúrgico. Reliquias, tallas, cruces, manuscritos, pinturas, instrumentos o tejidos han compuesto esta muestra que refleja al mismo tiempo la gran diversidad cultural y riqueza patrimonial de la provincia.
La particularidad de esta muestra es que ha podido ser visitada de forma simultánea en cuatro sedes expositivas: la propia sala de exposiciones de Diputación Provincial de Huesca, el Salón del Tanto Monta del Museo Diocesano de Huesca, la sala del Museo Diocesano de Jaca y del de Barbastro-Monzón. Sumando todas ellas, Signos ha sido visitada en los últimos cuatro meses por más de 29.500 personas.
El balance es por tanto “más que positivo” como valora el diputado de Cultura, Carlos Sampériz, quien también considera que “estas cifras demuestran lo vivo que está el patrimonio de nuestros pueblos” siendo casi sesenta municipios de Huesca los que han aportado obras de sus respectivas diócesis para el disfrute de todos los visitantes. Ha querido poner en valor al mismo tiempo que “esas 200 obras de arte de estos municipios hayan sido cedidas por catedrales, ermitas, iglesias parroquiales, ayuntamientos y particulares, y que hayan salido de su lugar habitual para mostrarse al público”.
Al respecto, añade que “veintidós de estas piezas han sido restauradas y acondicionadas para la ocasión con recursos de la Diputación Provincial de Huesca, una inversión que se realiza para recuperar parte de nuestra historia y que este legado llegue a las futuras generaciones”. Y es que “un objetivo importante en la puesta en valor y recuperación del patrimonio cultural oscense han sido las restauraciones con motivo de esta muestra”.
La comisaria de la muestra Carmen Morte, que ha formado parte del Programa Signos de DPH desde su origen en 1993 y que de esta forma cierra su cuarta exposición, dice que “ha supuesto un gran esfuerzo por parte de diferentes personas que han intervenido y de distintas instituciones, fundamentalmente por el número de obras pero también por su diversa procedencia”. La profesora jubilada ha puesto en valor por su parte “la edición de un gran catálogo, que recoge fotografías de todas las obras que componen la muestra, con sus correspondientes explicaciones de contexto y decenas de artículos de especialistas que analizan la trascendencia para la provincia de un patrimonio material e inmaterial relacionado con celebraciones, fiestas, ritos, de carácter religioso o profano, y que queda vigente tras la exposición”.