La diócesis de Teruel y Albarracín acogió ayer a 94 participantes brasileños de la JMJ en su camino a Portugal, quienes ya están viajando a Lisboa.
Desde la Pastoral Juvenil, se pidió colaboración para acoger a los peregrinos en casas particulares y en San Nicolás de Bari. Según Inma Maicas, coordinadora de la acogida, “ha habido una respuesta tremenda”, tanto a la hora de ofrecer las casas para alojar a los jóvenes como para trabajar de voluntarios.
Después de la acogida al mediodía y su distribución por las familias de acogida, los peregrinos brasileños, pertenecientes al Camino Neocatecumenal, participaron en una misa en Santa Emerenciana. Presidió la Eucaristía el sacerdote turolense Ignacio Torres, quien fue ordenado presbítero y ejerce su ministerio, en la diócesis brasileña a la que pertenecen estos jóvenes. Ignacio se mostró alegre por la acogida «y por la comunión que el señor nos ha dado con Sao Paolo, la parroquia de Sor Bernadette y aquí con la de Santa Emerenciana en Teruel«.
