El Santuario de la Virgen del Moncayo volvió a llenarse ayer de fieles que participaron en la romería del Quililay como cada primer domingo de julio. Decenas de personas de Tarazona y de los pueblos cercanos llenaron la capilla para asistir a la eucaristía presidida por el deán presidente del Cabildo Catedralicio, D. Ignacio Tomás. El obispo, Mons. Vicente Rebollo, presidió la de las 9 de la mañana en la S.I. Catedral de Tarazona y en ella bendijo a los romeros que después salieron en procesión hasta el Crucifijo. Asimismo les deseó una buena romería en la que la Virgen estuviera presente en todo momento. Este año no ha podido asistir al Quililay, pero mostró su deseo de hacerlo en otra ocasión.
Tras las tradicionales migas a la pastora ofrecidas por el Ayuntamiento de Tarazona en Agramonte, tuvo lugar la eucaristía en el Santuario del Moncayo. El deán de la Catedral pidió a la Virgen del Moncayo que proteja a todos los asistentes, también a los que no habían podido participar, a los enfermos y a los que ya no están con nosotros. También rogó por los miembros del Cabildo. La misa fue cantada por la Rondalla Los Amigos y por la Coral Turiasonense. Finalizó con la interpretación de los Gozos.
La Virgen del Moncayo permanecerá los meses de julio y agosto en el Santuario y después regresará a la parroquia de San Martín que es donde está el resto del año.
Al acabar la misa,el deán de la S.I. Catedral junto al alcalde de Tarazona, Tono Jaray, que estuvo en las dos misas junto a varios miembros de la corporación municipal, repartieron judías en el aparcamiento del Santuario.