Cáritas Aragón ayudó a encontrar trabajo a 571 personas gracias a sus iniciativas de empleo y a pesar del escenario de inflación y de guerra en Ucrania.
Así lo ha reflejado la organización de la Iglesia en su Informe anual de Empleo y Economía Social, elaborado con motivo de la celebración del Día Internacional de los Trabajadores.
A lo largo del año pasado, Cáritas acompañó a 3.292 personas, de las cuales 571 han accedido a un puesto de trabajo. De esta forma, se ha atendido a casi un 15 por ciento más de personas que en 2021. Para ello, la entidad ha dedicado 4.677.344,07 euros en un año «plagado de dificultades».
Según este informe, la mayoría de participantes en los programas de empleo fueron mujeres con estudios básicos. «La carencia de competencias digitales, las dificultades de aprendizaje y la escasa experiencia laboral unido a las graves carencias socioeconómicas y a su baja autoestima les lleva a la desmotivación».
El Informe de Empleo y Economía Solidaria 2022 subraya la necesidad de poner en práctica una economía que priorice lo esencial y que lidere un nuevo modelo económico centrado en las personas y el cuidado de la vida.
El modelo de economía solidaria promovido por Cáritas pasa por defender una economía que escucha y atiende las necesidades, tanto de las personas trabajadoras y consumidoras como de las empresas, cuidando las condiciones de trabajo y el medio ambiente, pero sumando, al mismo tiempo, al bien común y la cooperación.
Las mayores tasas de pobreza y exclusión se concentran en el colectivo de personas desempleadas, ya que no contar con un empleo multiplica por dos el riesgo de caer en situación de exclusión o pobreza severa.
Sin embargo, la ausencia de empleo no es la única que empuja a situaciones de exclusión y pobreza, dado que la vulnerabilidad se da cada vez más entre aquellas personas y hogares que están trabajando, por lo que se puede afirmar que contar con un empleo ha dejado de ser sinónimo de integración y bienestar.
En este contexto, deben recordarse cuatro elementos cruciales para la vida de las personas más vulnerables: Crear empleo inclusivo que permita una vida digna; el ajuste necesario de recualificación y adaptación al futuro modelo productivo; la ruptura del contrato social para el desarrollo vital de los jóvenes; y ser conscientes de que el empleo no es la vía de integración social para todas las personas.
Así, el presidente de Cáritas Aragón, Pedro Melero, ha afirmado: «No hablamos de gasto, sino de inversión, y lo hacemos en términos metafóricos o poéticos porque para nosotros cada recurso invertido supone un retorno a medio o largo plazo desde el punto de vista social y económico».
Ha añadido que las personas no solo ganan en autoestima, sino que también lo hacen en reconocimiento de su dignidad y acceso a sus derechos, dejando de percibir prestaciones para pagar impuestos y, por tanto, generar crecimiento económico por la vía del consumo.
Por último, Melero ha destacado que Cáritas proporciona a las personas más vulnerables los recursos necesarios para mejorar su empleabilidad para que puedan colocarse en igualdad de condiciones ante un mercado laboral «cada vez más competitivo y con peores condiciones».
