«¡Oh Trinidad eterna…, Tu eres el fuego que disipa toda frialdad, iluminas las mentes con tu luz, en la que nos haces conocer tu verdad!
El pasado 29 de abril, asistimos a la Primera Jornada de convivencia del arciprestazgo de Huesca ciudad.
Acogidos por el prior de la ermita de Cillas y algunos cofrades, nos saludamos con alegría y nos deseamos un buen día de encuentro y descanso. El tiempo nos acompañó y disfrutamos de un sol estupendo.
Con la celebración de la eucaristía, presidida por don Julián Ruiz Martorell, nuestro obispo, y concelebrada por algunos sacerdotes de la ciudad, en el incomparable marco de la ermita de Cillas, nos sentimos como en casa. Dios se hizo palabra cercana y ternura en la fiesta de Santa Catalina de Siena y se nos dio como Aliento para el camino.
D. Julián nos habló de Santa Catalina, virgen y doctora de la Iglesia, copatrona de Europa y dirigió nuestra mirada hacia María, porque ella nos lleva a Jesús.
Pedimos a María que proteja nuestras parroquias, por el don de la lluvia, tan necesaria, por las vocaciones y por las necesidades de nuestra Diócesis y de toda la Iglesia.
Terminada la Eucaristía, paseamos unidos por el entorno de la ermita bendecidos por una mañana agradable. Compartimos comida, en querida y deseada fraternidad.
Una sombra en los ojos porque éramos pocos, pero una esperanza en el corazón, al año que viene os esperamos a todos, compartir, convivir y caminar juntos hace real lo imposible.
La experiencia ha sido gozosa.
¡Gracias por esta jornada!
¡QUE MARIA MADRE NOS ACOMPAÑE Y GUIE EN NUESTRO SER IGLESIA!