Muchos 3 (6 veces), 1 (3 veces) y un solo 2. Pura casualidad, sin duda. Pero me gusta ‘interpretarla a mi manera´. 3, el amor trinitario lo primero. Tres 1, como que ‘solo Dios es Dios’. Un 2 antes del último 3. Un 2, el penúltimo, ayudado por un 3, por si el 2 se cansa o flaquea. El 2 podría ser Francisco, Obispo de Roma. ¿Tontería? Probablemente. Pero ahí queda,
El pasado 8 de marzo escribí en esta sección: “vuelvo a mi propósito: difundir el pensamiento de Francisco. En una circunstancia especial: el próximo día 13 se cumplen diez años de Francisco como Obispo de Roma. Quiero expresar mi aceptación gozosa y agradecida, no solo por ser el Obispo de Roma, sino también porque pienso que su persona es un don del Espíritu Santo a la Iglesia y al mundo de hoy”.
Y hoy, 13 marzo 2023, para que se publique el miércoles, escribo en el mismo día en que hace 10 años, ‘uno venido del fin del mundo’ fue elegido Obispo de Roma: el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires (Argentina). El primer Obispo de Roma latinoamericano y nieto de inmigrantes italianos. La Iglesia latinoamericana, valga la expresión, había llegado a su madurez y ofrecía a la Iglesia en todo el mundo un obispo para Roma.
Que nos sorprendió a todos desde que apareció en un balcón del Vaticano. Todo y solo blanco del vestido. (Le faltaban algunas piezas ornamentales, que echamos en falta con alegría y que nunca se las ha puesto). Se Inclinó ante el pueblo, lo saludó con un ‘Buenas noches’ familiar, de casa. Y pidió la bendición del pueblo antes de bendecir él al pueblo.
La inmensa mayoría del Santo Pueblo de Dios, como él lo llama, intuyó que algo nuevo estaba naciendo. Ese ‘algo nuevo’ ha cosechado mucha -muchísima- aceptación gozosa de ese Pueblo Santo de Dios. Y también no poco rechazo público de ´altos dignatarios’ eclesiásticos, políticos, económicos… y de una parte de ese Pueblo de Dios. El último en ‘apuntarse’ es Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, que ha encarcelado a un obispo y ha suspendido las relaciones diplomáticas con el Vaticano tras las críticas del Papa a su dictadura.
Estos días se han escrito artículos mil sobre Francisco, más a favor que en contra, en todo el mundo. Y, escogiendo algunos comentarios con los que coincido, me evito cómodamente el esfuerzo de ‘inventar’ algo que todo el mundo sabe. Elijo unos cuantos. Como elijo la foto[1]. Me parece preciosa. No es de soledad, sino de caminar, aceptando la realidad.
“La Iglesia es una comunidad real de hermanos dirigidos por su único Señor, preocupados por ejercer la misericordia, por tener en cuenta las periferias de la existencia humana, por los pobres y marginados, con simpatía, autenticidad y esperanza. En ningún momento da la impresión de hablar de memoria, sino desde su experiencia y convencimiento más personal”. (Juan María Laboa, historiador de la Iglesia. Religión Digital. 13.03.2023)
Francisco quiere “pasar de esa deformada iglesia, manejada por una casta corporativa clerical, inmune a cualquier cambio que lesione sus prerrogativas… a una Iglesia Sinodal que haga realidad la igualdad cristiana del bautismo que nos faculta a ser parte, encontrarnos, escucharnos y dialogar. Ha percibido que estamos en una situación donde no es la gente la que tiene que “hacerse Pueblo de Dios”, sino que son los curas los que tienen que convertirse y comenzar a vivir en ese Pueblo, no por encima y fuera de él. (Guillermo Jesús Kowalski. Religión Digital – 11.03.2023)
“Estos 10 años de Francisco son un hito para recalcular la Historia, la de Dios y los hombres, que no hay otra. Francisco es el Papa del siglo XXI que anuncia el rostro de la Misericordia entre nosotros. No está solo, está en medio de su Pueblo, el Pueblo de Dios, compartiendo sus gozos y esperanzas. (GS 1) (Ibidem)
“Francisco mira el mundo con los ojos de la fe y el corazón místico de los más humildes del Pueblo de Dios. Tiene un estilo pastoral marcado por la cercanía en el trato y la gramática de la simplicidad. Expresa una Iglesia que se hace caricia, abrazo y beso. El código Francisco trasmite la fe mediante gestos elocuentes y palabras sencillas. Cuando me preguntan si es el mismo que estaba en Buenos Aires empleo la distinción entre los verbos ser y estar de la lengua castellana. Francisco es Bergoglio, pero está distinto. Es el mismo en la serenidad, está distinto en la expresión de los afectos”. (Carlos María Galli, decano de la Facultad de Teología de la UCA. Argentina)
“En un mundo dominado por la imagen lo que convence y atrae del papa Bergoglio es su rostro de andar por casa, la invitación de su mirada y su sonrisa, como de un padre, un tío, un abuelo que se sienta a charlar espontáneamente en la mesa camilla de e tu cuarto de estar”. (Pedro Miguel Lamet. Jesuita)
Termino con unas palabras de Francisco en su diálogo con la periodista Elisabetta Piqué para La Nación (periódico de Argentina), «Yo quisiera marcar una cosa sobre la guerra. A nosotros esta guerra nos duele mucho porque la tenemos al lado, pero el mundo está en guerra desde siempre. Al menos desde hace un siglo. Nos olvidamos de Yemen, por ejemplo. Los chicos del Yemen. Nos olvidamos de los rohinyá, Myanmar, todo ese drama de guerra. Nos olvidamos de Goma, al norte del Congo, y Ruanda. Claro, como esta guerra es del barrio de al lado, ya la tenemos cerquita, nos llama la atención. Pero no paramos de guerrear».
Gracias, Padre, por el don a la Iglesia del Papa Francisco.
[1] Del documental de Gianfranco Rosi “In viaggio’, manual de compasión para seguir creyendo (aunque no se tenga fe)”, que se estrena en los cines españoles el 17 de marzo