Me dicen -aunque me parece que soy yo el que me lo dice- que el Papa Francisco sale mucho en estos “A pie de calle”. Quizás sea verdad. Y no tengo que justificarlo. Es mi decisión. Y mi convicción de que las palabras, gestos, mensajes… de Francisco son tan positivos y actuales, que difundirlos un poco (el pequeño alcance de mis escritos) es una de las cosas buenas que puedo hacer en mi vida.
Nunca llegaré a tener el alcance y lectores como Juan José Millas[1] que escribe sobre la fotografía del Papa, en su viaje al Congo, en que un niño le da un billete a Francisco, cuyo valor es de 0,007 euros: “Pues lo que el niño pobre le está entregando al Papa rico es un donativo. El niño cree que lo que Dios necesita para ser más Dios no es una lista de necesidades, sino un billete de curso legal, como si Dios fuera dinero y fuera más Dios cuanto de más dinero dispusiera. El niño tiene eso metido en la cabeza. El Papa podría haberle explicado que un botón de su sotana valía más que cien donativos como el suyo, o que el cáliz con el que oficia la misa es de oro, o que sus cardenales viven en apartamentos y pisos de lujo. Pero comprende que sería un escándalo, que es muy difícil desmontar la arquitectura mental del creyente ingenuo, de modo que acepta el billete sudado. Quizá se lave las manos después de deshacerse de él”. De esta fotografía, que hoy vuelvo a publicar, ya hablé en mi artículo del 8 de febrero. ¡Qué maravilla: un mismo hecho con apreciaciones tan diferentes! Con el insultante final: “Quizá se lave las manos después de deshacerse de él”. La precedente ideología personal juzga el hecho insultando. Que se exprese como piensa me parece correcto. Es la libertad de expresión. El insulto ya es otra cosa.
Evidente: nunca tendré el alcance y lectores que tiene el Sr. Millas. Pero me alegra ejercer yo también la libertad de expresión.
Hecho este preámbulo, vuelvo a mi propósito: difundir el pensamiento de Francisco. En una circunstancia especial: el próximo día 13 se cumplen diez años de Francisco como Obispo de Roma. Quiero expresar mi aceptación gozosa y agradecida, no solo por ser el Obispo de Roma, sino también porque pienso que su persona es un don del Espíritu Santo a la Iglesia y al mundo de hoy.
Con este motivo, el Papa publicó, a finales del año pasado, el libro Os ruego en nombre de Dios[2], en el que hace un balance de los primeros diez años de su pontificado y condensa sus máximas preocupaciones, desde la barbarie de la guerra y los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia, hasta la urgencia climática y la necesidad de adaptar la Iglesia católica a las necesidades de las nuevas generaciones.
El papa Francisco se dirige a creyentes y no creyentes, para reflexionar sobre los diez asuntos que más le preocupan en nuestro tiempo. Diez peticiones que ofrecen una mirada profunda, clara y contundente a los graves problemas y desafíos de la actualidad política, social, económica, mediática y tecnológica del mundo en el que vivimos, y que invita a recorrer un camino de esperanza hacia un mundo mejor, más abierto y más justo.
‘PEDIDOS´ del papa FRANCISCO
En nombre de Dios
- que se erradique en la Iglesia la cultura de los abusos. “Hemos pecado gravemente: miles de vidas han sido arruinadas por quienes debían cuidarlas y tutelarlas. Jamás será suficiente lo que hagamos para intentar reparar el daño que hemos causado”.
- que protejamos la casa común. “En nombre de Dios pido que defendamos y protejamos la Casa Común… estamos a tiempo. Hago mío el eslogan de algunas de las múltiples y maravillosas manifestaciones juveniles contra este modelo de depredación: No hay plan(eta) B”.
- “La recuperación de la economía global no puede ser a costa de que una mayoría empobrecida pierda como siempre para que una minoría cada vez más enriquecida gane como nunca”.
- “Los ‘confines de la Tierra’ a los que nos llama el Evangelio son ahora también digitales. Allí también podemos iniciar sesión para la misericordia, la ternura y la alegría, sin olvidarnos de los más desfavorecidos”.
- “No hay jamás lugar para la barbarie bélica. Menos aún… las supuestas “guerras preventivas”, “guerras manipuladas” …. Por eso pido a las autoridades políticas que pongan freno a las guerras en curso y que no manipulen la información o engañen a sus pueblos para la consecución de objetivos bélicos”.
- “Estamos llamados a ser artesanos de paz para las sociedades… Demos el primer paso y vayamos al encuentro del otro, del distinto. Pongamos manos, mente y corazón a trabajar juntos”.
- “Es importante recordar que la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas fundamentales sino en sus deformaciones… No hay espacio para esos discursos en nombre de Dios”.
- “Pensemos en las mujeres que huyen por el hambre o las guerras y caen en manos de traficantes de personas. O aquellas que son captadas en vecindarios pobres con la promesa de un futuro mejor y un trabajo remunerado, y al llegar al país de destino se les quita el pasaporte y se las obliga a prostituirse. Una vez en las calles, o en condiciones de esclavitud que muchas veces tienen la complicidad de las fuerzas de seguridad, estas jóvenes son obligadas a trabajar y si no llevan el dinero son golpeadas o sometidas a todo tipo de maltratos”.
- “No es ilegal que un ser humano se sienta atraído por el dinero, los viajes en primera clase, las mansiones. Pero convoco a que en la Política se involucren solo los que pueden ir adelante con sobriedad y austeridad en su día a día”.
- “El clima de campaña permanente que atraviesa las democracias modernas convierte a los políticos en máquinas de repetir eslóganes efectistas sin intercambios reales con sus adversarios. Los medios de comunicación, con formatos que restringen cada vez más la posibilidad de desarrollar ideas, contribuyen a reducir la calidad de la discusión”.
Un comprometido ‘regalo’ que nos ofrece Francisco en su décimo aniversario como Obispo de Roma y vínculo de unión de todas las Iglesias que pueblan nuestro mundo.
¡FELICIDADES, PAPA FRANCISCO! ¡GRACIAS, PAPA FRANCISCO!
[1] Arquitecturas mentales. EL PAIS. 5 marzo 2023.
[2] OS RUEGO EN NOMBRE DE DIOS. Por un futuro de esperanza. Papa Francisco y Hernán Reyes Alcalde (ed.) Mensajero. Bilbao 2022.