Pilar Cervigón.

El lado mas personal de Pilar Cervigón, en su última campaña como delegada de Manos Unidas

Rocío Álvarez
12 de febrero de 2023

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada. Desde Manos Unidas, han querido dar un giro a esta idea para desterrarla de nuestra mente y dejar la solución en manos de cada uno de nosotros. De ahí su lema para la campaña de este año, ‘Frenar la desigualdad está en tus manos’.

En este marco, hemos entrevistado a la delegada de Manos Unidas en Zaragoza, Pilar Cervigón, que este año ha presentado su última campaña al frente de esta delegación.

Recuérdanos Pilar, ¿cuántos años llevas implicada en Manos Unidas? ¿Y sosteniendo el cargo de delegada?

Comencé recién llegada a Teruel por febrero de 1983. Este año cumplo los 40 años colaborando con Manos Unidas.

Y con la responsabilidad de delegada de Zaragoza llevo desde septiembre de 2017.  He cumplido los tres años reglamentarios y actualmente estoy en prórroga por la pandemia de Covid hasta finales de mayo o junio. Así completo el mandato máximo de seis años consecutivos permitido por la Organización.

Pilar Cervigón.

Eres una gran viajera a la que no se le pone nada por delante para conocer lugares lejanos y exóticos. Esa facilidad tuya para hacerte con sitios extraños te habrá venido bien para visitar aquellas zonas del mundo en las que se ha implicado Manos Unidas. ¿Cuál o cuáles han sido las que te ha tocado más?

He tenido la suerte de viajar bastante. Unas veces por mi cuenta y otras visitando proyectos de Manos Unidas en India y Ecuador. Estos son los que más me han impactado, porque a estos lugares no se va a hacer turismo y las condiciones del viaje son muy precarias. Nunca había visto comprar tan solo una pastilla de aspirina porque no pueden comprar más. También me marcó visitar los ‘slums’ (grupos de personas viviendo en la misma área urbana) de Bombay en los que vivían en una pobreza extrema.

En diciembre visité Katmandú en Nepal y he venido sobrecogida de la miseria que hay y de lo mucho que queda por hacer. Están apuntalado los edificios del terremoto último, no hay saneamiento y el agua la tienen que comprar y es muy cara.  

¿Por qué has decidido volcar tu tiempo en el campo de Manos Unidas y no en otro cualquiera?

Esto que me preguntas no lo tengo muy claro. Recuerdo que comencé a asistir a Jornadas de Formación en Manos Unidas donde se visionaban videos de los misioneros que estaban en países de misión. Me llamaba la atención en las condiciones que trabajaban los proyectos, y lo que nos transmitían cuando venían en las Campañas y así fue como me involucré cada día más.  Y luego con todo lo relacionado con difundir la sensibilización. 

Te puedo decir, Rocío, que he participado y he vivido las Campañas del O,7 ; la de la Deuda Externa del año 2000, la hambruna de Etiopía, la sequía de Sahel. Todas ellas te van dejando su impronta y tienes que ser coherente con tu forma de vivir y con el mensaje que denuncias. No solo dar lo que te sobra sino compartir lo que tienes.

¿A qué otras aficiones dedica su tiempo Pilar Cervigón?

No tengo muchas aficiones. Intentaré volver a la natación, al cine en sala que lo tengo abandonado, y, si el cuerpo me lo permite, seguir viajando.  Este año me encantaría visitar Argentina.

¿Ya tienes pensado qué harás cuando acabe tu etapa al frente de Manos Unidas?

Seguiré como voluntaria en Manos Unidas, gestionando las herencias de las personas que se acuerdan de la Organización en los testamentos, un capítulo nuevo de la solidaridad, y también seguiré atenidendo las convocatorias públicas. 

Me involucraré en campañas que llevamos varias organizaciones de Iglesia como ‘Enlázate por la Justicia’ sobre el cambio climático; el cuidado de la creación. O la campaña ‘Si cuidas el Planeta, combates la pobreza’, de Manos Unidas. Estas son campañas que favorecen el desarrollo integral y la paz. También asistiré a las reuniones de la Federación Aragonesa de Solidaridad.

¿Qué le dirías a la sociedad para que se sensibilice más con las causas de pobreza y necesidad de la Tierra?

Que en Manos Unidas estamos resueltos a poner fin a la pobreza y al hambre en todo el mundo. Que el hambre y la pobreza no es un problema técnico, sino una cuestión de justicia. Y termino con una frase del papa Francisco que me gusta mucho: “Ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución para resolver urgencias. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo».

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