La Diócesis de Tarazona, acompañados por su obispo Mons. Eusebio Hernández Sola ha peregrinado un año más al castillo de San Francisco Javier.
Fue una jornada espiritual llena de festividad y fraternidad, en la que se vivió un verdadero encuentro con Cristo en el que se puso como modelo la figura de San Francisco Javier, que infunde un gran espíritu misionero así como un deseo ardiente de evangelizar donde Dios nos llame.
Aunque la lluvia estropeó un poco la jornada, la aventura espiritual que vivieron todos los participantes no decayó en ningún momento y asistieron con gran fervor a la Santa Misa que se celebró en la explanada de Javier.
El arzobispo de Pamplona animó a todos, sobre todo a los jóvenes, a vivir con alegría el don de la fe, a seguir a Cristo tras las huellas de San Francisco Javier, poniendo la familia en el centro de la transmisión de la fe.
Un día precioso donde nuestras palabras fueron: “A pesar de la lluvia ha merecido la pena”, “Al año que viene volvemos”, “Que grande es compartir el don de la fe”, “Qué suerte ser cristiano “.
Que San Francisco nos haga testigos creíbles de lo que hemos visto y oido.
Javier Bernal. Vicario de la Diócesis de Tarazona.