El obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, presidió ayer la eucaristía en honor a la Virgen del Pilar en la que participó la corporación municipal así como mandos y miembros del cuerpo de la Guardia Civil en Tarazona, junto con representantes del Ejército y de la Policía Local.
D. Vicente hizo una petición especial por la Guardia Civil a quien agradeció y felicitó por la labor que desempeña en muchos de nuestros pueblos y les dijo que tenían que sentirse muy orgullosos por tener como patrona a la Virgen del Pilar, y deseó que «nunca la saquéis de vuestras vidas». Asimismo, les dio sus condolencias por los últimos fallecidos del cuerpo en Tarazona. «Qué buen ejemplo y testimonio de todos los que dan la vida por los demás», señaló y les pidió que «sintieran muy de cerca a la Virgen porque con buena compañía se llega lejos» y les animó a ser buenos compañeros entre ellos.
También tuvo palabras de recuerdo para todas las personas que contribuyeron a la evangelización de América y, concretamente, se refirió a la Misión de Cochambamba, «como símbolo de que seguimos comprometidos con ellos y por ellos seguimos rezando» y mostró su solidaridad por Nicaragua por la complicada situación que viven en ese país los sacerdotes y religiosos.
No olvidó a Zaragoza y el fervor que despierta la Virgen del Pilar en todo Aragón y destacó lo importante que es «tener una Madre, que sabemos que siempre está con nosotros».
Tras la misa, cantada por el Coro de la Catedral, hubo una procesión con la imagen de la Virgen del Pilar sobre los hombros de guardia civiles por algunas calles de Tarazona.
