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Del Arzobispo: Catecumenado para familias

Carlos Escribano Subías
16 de septiembre de 2022

Unos días antes de la clausura del Año de la Familia ‘Amoris Laetitia’, propuesto por el papa Francisco a los cinco años de la publicación de la exhortación ‘Amoris Laetitia’, se hizo público el ‘Itinerario catecumenal para la vida matrimonial’. Como recuerda Francisco en el prefacio de dicho documento: “Uno de los frutos de este Año especial son los ‘Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial’, que ahora tengo el placer de entregar a los pastores, a los cónyuges y a todos los que trabajan en la pastoral familiar. Se trata de una herramienta pastoral preparada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida a raíz de una indicación que he expresado en repetidas ocasiones, o sea, «la necesidad de un ‘nuevo catecumenado’ en preparación al matrimonio»; de hecho, «es urgente aplicar concretamente todo lo ya propuesto en la Familiaris consortio (66), es decir, que así como para el bautismo de los adultos el catecumenado es parte del proceso sacramental, también la preparación para el matrimonio debe convertirse en una parte integral de todo el procedimiento del matrimonio sacramental, como un antídoto para evitar la proliferación de celebraciones matrimoniales nulas o inconsistentes» (Discurso a la Rota Romana, 21 de enero de 2017)”. 

El documento es una invitación para enriquecer y revisar nuestros procesos e itinerarios de preparación al matrimonio y la vida familiar. Se sugieren algunos principios generales para que las Iglesias particulares reflexionen al respecto, por la gran importancia que las Iglesias domésticas tienen para toda la Iglesia. La acogida y puesta en práctica de este itinerario debe ser un reto para toda la comunidad eclesial, “en un camino compartido entre sacerdotes, esposos cristianos, religiosos y agentes de pastoral, que deben colaborar entre sí y de acuerdo con su obispo. El matrimonio no es sólo un hecho social, sino que para los cristianos es un hecho “eclesial”. Por eso, toda la Iglesia, como Cuerpo de Cristo, se hace cargo de ella y siente la necesidad de ponerse al servicio de las futuras familias” (Itinerario catecumenal 6). 

La propuesta se articula en distintas fases: se habla de una fase precatecumenal que haría referencia a la preparación remota que se asociaría a momentos de primer anuncio y a procesos de iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. Destaca la fase de acogida de los candidatos que habría que cuidar con singular esmero para que pudieran introducirse ya en el catecumenado. Sería entonces cuando comenzaría el catecumenado propiamente dicho que atendería a tres momentos distintos: un primer momento de preparación próxima, profundizando en la sacramentalidad del matrimonio y en aspectos propios de la vida familiar y su significado; un segundo momento de preparación inmediata, con la vista puesta ya en la celebración del matrimonio; un tercer momento después de la celebración del sacramento con la intención de acompañar en los primeros años de la vida del matrimonio. 

En el último epígrafe se trata del acompañamiento de las parejas en crisis, aunque Francisco en el Prefacio ya anuncia la pronta publicación de un segundo documento que trate en profundidad esta cuestión.

Una sugerente invitación a reflexionar a toda la Iglesia diocesana y especialmente a nuestra Delegación de Pastoral familiar y todos los que de un modo u otro trabajáis con intensidad en el anuncio del plan de Dios para el matrimonio y la familia. ¡Buen trabajo!

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