Ese ha sido el grito de ánimo que la delegada de Pastoral Juvenil y Vocacional de Zaragoza, Raquel Lucea, ha querido dirigir al enorme grupo de jóvenes que formamos parte de esta experiencia, al llegar hoy a Betanzos: «Segunda etapa, ¡superada!».
La verdad es que la caminata de hoy ha resultado un poco más exigente que la de ayer, teniendo en cuenta las subidas y las bajadas, el Sol, etc. Sin embargo, ha sido también una preciosa ocasión para compartir impresiones y hacer nuevos amigos: «Y tú, ¿con quién vienes?», «¿Qué estás estudiando?» o «¿Cómo es que estás por aquí?» han sido algunas de las cuestiones más comentadas.
Una vez hemos llegado, con alegría, hemos disfrutado de una excelente comida, cortesía del magnífico equipo de Huesca, y hemos tenido un rato para descansar un poco.
A los ojos de Dios, eres único, única, irrepetible, especial. ¡Impresionante! No te conformes con menos de lo que Dios ha pensado para ti.
Sobre las seis, hemos realizado diferentes actividades según nuestras diócesis. Y Mons. Carlos Escribano ha dirigido unas palabras a los jóvenes de Zaragoza, más de 300: «A los ojos de Dios, eres único, única, irrepetible, especial. ¡Impresionante! No te conformes con menos de lo que Dios ha pensado para ti».
Para terminar el día, hemos asistido a la Santa Misa en el Convento de los Franciscanos de Betanzos, donde el Padre Lista nos ha impartido la Bendición del Peregrino.
Finalmente, hemos disfrutado de la cena, comentando los planes de mañana, antes de irnos a descansar. Porque, como dice Mons. Vicente Jiménez, arzobispo emérito de Zaragoza: «Con pan y vino, se anda el Camino».