El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir.
INTRODUCCION
“La escena nos es conocida. Una madre que, movida por un amor apasionado a sus hijos, se acerca a Jesús pidiendo para ellos los puestos de más honor y poder. Y la reacción inmediata de Jesús que trata de aclarar un grave malentendido: “No sabéis lo que pedís”. Los malentendidos no han desaparecido. Curiosamente, y por una de esas paradojas que suceden en la historia, han querido hacer de Santiago, el discípulo invitado por Jesús al servicio y al martirio, una especie de guerrero mitológico y poderoso, encargado de salvar la patria y luchar contra sus enemigos. Los cristianos tenemos que ir purificando nuestra religión de todo aquello que la falsea y distorsiona, convirtiendo nuestro cristianismo en caricatura del evangelio” (Florentino Ulibarri).
TEXTOS BÍBLICOS
1ª lectura: Hech. 4,33; 5.12.27-33.12,2. 2ª lectura: 2Cor. 4,7-15
EVANGELIO
Mateo 20, 20-28
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?» Ella le dice: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Le dicen: «Sí, podemos». Les dijo Jesús: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».
REFLEXIÓN
Para ser objetivos con los hechos, en este día debemos distinguir tres Santiagos: el legendario, el histórico y el iniciador de la fe.
1.- El legendario. Sabemos por la historia que el rey Ramiro I, en el año 844, tuvo una gran victoria luchando contra los musulmanes en Clavijo, cerca de Logroño. Lo que es leyenda es que el rey contara con la presencia de Santiago quien, montado en un caballo y con la espada en la mano, le ayudara al rey. Eso es leyenda y hay que superarla. Lo que pasa es que la leyenda quedó muy arraigada en el pueblo por las imágenes y esculturas que se hicieron del Santo y que todavía aparece en nuestras Iglesias. Desde niños hemos escuchado: Santiago matamoros. Hoy día, cuando las ven los musulmanes que viven en España nos pueden tildar de violentos.
2.- El histórico. Que quede claro que Santiago no mató a ningún moro. Santiago se dejó matar en el año 44 y fue el primer apóstol que dio la vida por Jesús. Rubricó con su propia sangre la fe que profesaba. Ojalá que en la España actual desaparezcan los “Santiagos-mata-moros”, los intolerantes, los que quieren imponer el evangelio por la fuerza de la espada. Y aparezca el verdadero Apóstol, el que quiere convencer con la fuerza de la verdad. la humildad y la bondad. Según una piadosa tradición, en el año 860 los restos del apóstol fueron trasladados desde Jerusalén a Santiago. Ahora bien, lo que nadie puede dudar es que, con motivo de ese traslado, se organizaron en la Edad Media peregrinaciones de toda Europa y el llamado Camino de Santiago fue la peregrinación más importante de la Cristiandad, incluso más que Roma o Tierra Santa. Señales de esa realidad son los 13 templos románicos que se levantaron a través de ese camino. Templos tan importantes como la catedral de Jaca y, por supuesto, la gran basílica de Santiago.
3.- Santiago, el iniciador de la fe en España. Nadie puede dudar de la importancia del Apóstol en la transmisión de nuestra fe. A través de las peregrinaciones, miles y miles de personas se abrazaron al cristianismo y la presencia del Apóstol está viva no sólo en Santiago sino en la Basílica del Pilar de Zaragoza. María está unida al Apóstol y los aragoneses, a través de los siglos, nos hemos comido a besos esa bendita columna. Hoy día que en España está debilitándose la fe, necesitamos que los que hemos creído gracias a la tradición de nuestros padres, reafirmemos nuestra fe dejándonos preguntar por el Maestro: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? Sólo si somos capaces de decir PODEMOS y estamos dispuestos a dar la vida por Jesús en una actitud de servicio desinteresado a los demás, seremos fieles a la fe de nuestros mayores.
PREGUNTAS
1.- Cuando busco a Jesús, ¿qué busco? ¿Mis intereses personales o la voluntad del Padre?
2.- Ser cristiano es estar dispuesto a responder a esta pregunta: ¿Puedes beber el cáliz que yo he de beber? Soy realmente cristiano si con decisión y humildad digo: PUEDO.
3.- Como Santiago, ¿estoy dispuesto a jugarme el tipo por Jesús?
Este evangelio, en verso, suena así:
Celebramos la gran Fiesta
de nuestro Patrón SANTIAGO.
Con su presencia en España
fuimos evangelizados.
Al anunciarnos a Cristo,
nos trajo el mejor regalo:
el tesoro de la fe,
la gracia de ser cristianos.
Junto con su hermano Juan
soñó» galones de mando»,
pero Jesús le enseñó
a servir, a ser esclavo.
Como Jesús, dio, gozoso,
la vida por los hermanos.
Por obedecer a Dios,
acabó «decapitado».
Pero, tras beber el cáliz
de Jesús Crucificado,
se vistió el traje de gloria
del Señor Resucitado.
Herederos de su fe
queremos seguir sus pasos:
llevar el «servicio» escrito
en la palma de las manos.
Aunque, por ser tus testigos,
nos paguen con el «rechazo»,
llena, Señor, con tu gracia,
nuestras «vasijas de barro».
ORACIÓN POR LA PAZ
Señor Jesús, ten piedad de nosotros y concédenos la paz y la unidad, no permitas que nos soltemos de tus manos y danos un corazón capaz de amar como tú nos amas. María Madre nuestra, auxílianos en estas difíciles horas de la tribulación, se nuestra fuerza y consuelo. Cúbrenos con tu manto y que la sangre de tu bendito Hijo nos proteja de todo mal.