Nuestra diócesis se ha unido a la Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, anunciada por el Santo Padre para este día de la Encarnación. El obispo, mons. Ángel Pérez, ha presidido la eucaristía en la iglesia de los Misioneros Claretianos de Barbastro, la primera iglesia de España dedicada, en 1888, al Inmaculado Corazón de María. El superior de la comunidad, el padre Carlos Latorre, ha dado la bienvenida a los fieles recordando esta circunstancia y la devoción claretiana al Corazón de María, evidenciada de forma especial en los 51 mártires misioneros, cuyos restos reposan en la cripta de la iglesia.
El vicario general, Ángel Noguero, ha leído la carta en al que el Papa envió a todos los obispos para invitarles a unirse a la plenaria de consagración de ambos países a la Virgen María. «La Iglesia, en esta hora oscura, está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de cuantos sufren en carne propia las consecuencias del conflicto», señala Francisco en la misiva. A continuación, el Obispo ha iniciado la oración de consagración a la que se han unido los asistentes.
Las oraciones de consagración se han repetido en toda la diócesis. En la Unidad Pastoral de Barbastro, previa la Vía Crucis, han sido los jóvenes de Confirmación los que han realizado la lectura. En Sena la consagración se ha realizado ante la imagen de Fátima, en Ballobar tras la procesión con esta imagen y en Ontiñena, tras el rezo del Rosario.
