«Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino» es el lema que centrará este año el Día del Seminario. La Iglesia celebra esta jornada el 19 de marzo, solemnidad de San José. En las comunidades autónomas en las que no es festivo, se celebra el domingo más cercano. En este caso, el 20 de marzo, que es cuando se celebra en la Diócesis de Tarazona.
El lema del Día del Seminario 2022 se inspira en el proceso sinodal en el que está inmersa la Iglesia. Junto al Sínodo, dos palabras: sacerdotes y servicio. Sacerdotes, en plural, «recordándonos el sentido del seminario y llamándonos a acrecentar nuestra fraternidad. Los sacerdotes no hemos sido llamados para estar solos. El seminario nos enseña la importancia de la comunidad y la necesidad de vivir una sana fraternidad».
EN NUESTRA DIÓCESIS
Los responsables del Seminario de Tarazona hacen una reflexión sobre la celebración este año de este día: si actualmente en nuestra diócesis no hay ninguno, excepto uno en el Seminario Menor, ¿por qué o cómo celebrar este día? Por eso mismo, señalan, es importante que se activen unas actitudes cristianas que son necesarias siempre y que animan a seguir trabajando.
Es necesario mirar al futuro con esperanza sin caer en el desaliento sabiendo discernir los signos de los tiempos y dar una respuesta evángelica a esos nuevos tiempos. Por supuesto, hay que confiar plenamente en Dios y colaborar con él y seguir orando con profundidad y confianza porque la oración hace posible lo imposible. Otra de las actitudes a las que se refieren es llevar una vida cristiana auténtica, tanto los sacerdotes como los cristianos en general. La vida de un cristiano tiene que ser una provocación, para que la llamada resulte atractiva y nuestras familias y comunidades deberían ser los verdaderos seminarios con estas vidas cristianas auténticas .
En el día del Seminario también es importante colaborar con nuestra aportación económica porque, con o sin seminaristas, hay que mantener la Casa de la Diócesis. Es el lugar de acogida, ahora de un grupo de refugiados ucranianos, pero también de encuentros sacerdotales, asambleas diocesanas, ejercicios espirituales…
En las parroquias habrá sobres donde quien lo desee podrá hacer su donativo para esta causa.
No se olvidan que, en cualquier momento, Dios nos puede sorprender con vocaciones, «un regalo que estamos llamados a preparar con nuestro testimonio y nuestro trabajo pastoral».