El pasado 1 de febrero tuvo lugar la bendición de los locales del Centro San Nicolás, sito en C/ Universidad, 11 de Zaragoza. La celebración, presidida por don Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza, ha contado con la presencia de Carlos Gómez Bahillo y Cristina García, director y secretaria general, respectivamente, además del responsable voluntario del centro, Juan José Santos, y su directora, Carmen Manero.
En el acto varios participantes del proyecto han compartido con los asistentes su gratitud y compromiso con Cáritas relatando cómo es su experiencia en el centro con palabras tan sencillas como éstas: “Agradecemos a Cáritas por poner a nuestra disposición estos locales tan modernos. Por tener espacio y tiempo para el acompañamiento diario” o “hemos aprendido a valorar cada detalle que recibimos como prueba de respeto y aprecio. Que es bueno compartir y dialogar cada día. Y valoramos con agrado la compañía de los demás”.
También se ha leído el Decálogo del Acompañamiento por parte de miembros del equipo, uno de cuyos artículos dice: “Me esforzaré por escuchar al otro, sin condicionamientos ni juicios, transmitiéndole mi compresión y aceptando sus decisiones”, poniendo de manifiesto el carisma e ideario del centro. Junto al rito de la bendición y la acción de gracias, el señor arzobispo ha pedido por todos los que trabajan en Cáritas, por todos los proyectos y trabajos, por todos los beneficiarios y participantes, y por todas las personas voluntarias y trabajadoras agradeciendo tener la gozosa oportunidad de ofrecer a Zaragoza un centro renovado en sus instalaciones para adaptarse al nuevo proyecto y a las nuevas necesidades. Tras todas las intervenciones, se ha continuado con una jornada de puertas abiertas hasta las 15.00 horas, que permitirá conocer este proyecto a aquellos que quieran hacerlo.
Qué es y qué hace el Centro San Nicolás
Dependiente de Cáritas Diocesana de Zaragoza, acompaña a personas y familias en situación o riesgo de exclusión social con una perspectiva integral y educativa, para mejorar y/o potenciar su desarrollo y autonomía, favoreciendo su inclusión y participación social. Además actúa como observatorio de la realidad de los sectores más vulnerables de la población. En el último año, 150 personas han sido acompañadas y en 2017, han participado en el centro 25 familias con menores y 50 personas solas. El equipo del centro lo forman 15 personas voluntarias y 6 personas contratadas de distintas disciplinas sociales y educativas.
Es un espacio estable de participación y socialización para personas que precisan trabajar rutinas y habilidades básicas, para que a medio plazo mejoren en distintas áreas de la vida: social, sanitaria, ocupacional, etc. La metodología, basada en el acompañamiento socioeducativo, se desarrolla tanto en el centro como en domicilios y en espacios comunitarios de la vida cotidiana de los participantes. Interviene también con familias con menores que necesitan un acompañamiento educativo e intensivo en el sistema familiar, contando con los recursos comunitarios, teniendo en cuenta la responsabilidad pública y buscando la mejora familiar en su propio entorno. Todo ello se realiza de forma subsidiara (en cuanto a prestaciones y servicios públicos y privados a los que las personas pudieran tener derecho) y complementaria (en lo que se refiere al apoyo de la comunidad).