El pasado domingo en la Catedral de Teruel, con la presencia de laicos, de la vida consagrada y de sacerdotes de la Iglesia de Teruel y Albarracín, se inició la fase diocesana del sínodo de los Obispos.
En una bonita y sencilla celebración dimos inicio a la fase diocesana del sínodo de los Obispos. La Eucaristía estuvo presidida por nuestro Obispo que resumió en su homilía en que va a consistir este Sínodo:
La iglesia va a hacerse un chequeo a sí misma, escuchando también a quienes no se sienten parte de ella, para evaluar hasta qué punto somos o no sinodales; es decir, para valorar si estamos caminando juntos, trabajando juntos, decidiendo juntos, celebrando juntos y revisando juntos.
El tema del Sínodo es `Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión´. La primera fase del proceso Sinodal está centrada en la escucha a las Iglesias locales. Don José Antonio nos anima a esa escucha y nos dice: que participar en este Sínodo y actuar sinodalmente no es tan difícil. Sólo hace falta abrirse: abrir los oídos, para escuchar a los hermanos, abrir el corazón, para percibir el susurro de Dios en la oración, y abrir la boca para compartir con los hermanos y hermanos lo que pienso, siento y rezo, con toda sencillez y todo respeto con quien no está de acuerdo.
Esta fase de escucha es la que iniciamos y en la que debemos participar toda esta Iglesia de Teruel y Albarracín, por eso, en los próximos meses, se trabajará en las parroquias, comunidades y grupos con unos cuestionarios sencillos.
La segunda fase corresponde a las Conferencias Episcopales, quienes una vez recibidas las respuestas de las Iglesias locales entregarán una síntesis al Sínodo de los Obispos. Este material será sintetizado y utilizado como base para la elaboración de dos documentos de trabajo (conocidos como Instrumentum Laboris).
Finalmente, la Asamblea del Sínodo de los Obispos se celebrará en Roma en octubre del año 2023.