En esta Semana de Oración para la Unidad de los cristianos, quiero compartiros la realidad ecuménica que se vive en Marruecos. Donde los cristianos somos una muy pequeña minoría, no podemos presentarnos encima divididos. Es por ello que desde siempre, y cada día más, se tejen los lazos de fraternidad entre las diferentes comunidades cristianas, y se van realizando todos los proyectos, teniendo en cuenta a todos los cristianos que vivimos en este país que nos acoge.
Lo más significativo e importante ha sido una original y pionera iniciativa, como fue la de la creación del Instituto Al Mowaqa (“El acuerdo”, en árabe). Se trata de un centro de formación religiosa en Rabat, dedicado al diálogo intercultural e interreligioso. Se desarrolla a través de una red de ochenta profesores católicos y protestantes vinculados con el Instituto, que vienen de Europa, de Oriente Medio y de África. En el Instituto se desarrolla una especialización en la formación teológica, partiendo del contexto en que se encuentra el Instituto y al mismo tiempo formando para el «vivir juntos».
El Instituto Ecuménico de Teología Al Mowafaqa, fue creado en 2012 por iniciativa de las Iglesias Católica y Protestante de Marruecos, para satisfacer sus necesidades de capacitación de los cristianos capaces de animar las distintas comunidades. El Instituto es un lugar de formación, reflexión y promoción del diálogo intercultural e interreligioso, Al Mowafaqa se encuentra en Rabat, en las instalaciones del antiguo centro de documentación “La Source”, un edificio de la diócesis, situado muy cerca de la catedral y con un encantador estilo colonial.. Financiado por las Iglesias protestantes y la Iglesias católica local, el centro ofrece un título en teología, cuyo programa se basa en el modelo de sus universidades asociadas la Facultad Teológica Protestante de Estrasburgo y el Instituto Católico de París, con una licenciatura en teología reconocida ambas facultades. También existe una formación más especializada. y más corta para los investigadores. Atiende también la oferta cultural para promover el encuentro de las culturas y ofrece un certificado «para el diálogo de culturas y religiones», (30 créditos y un semestre, de inmersión en Marruecos).
Este innovador Instituto Ecuménico, nació de la buena relación y amistad entre Monseñor Vincent Landel, arzobispo de Rabat, y Pastor Samuel Amedro, presidente de EEAM (Église Évangélique au Maroc). Su objetivo es satisfacer las necesidades de sus dos iglesias: formar en teología y pastoral a los fieles que sean capaces de animar las comunidades que necesitan sacerdotes y pastores.
Una particularidad del instituto, es que al igual que los alumnos son católicos y protestantes, también los cursos suelen ser impartidos a dos voces, por un
maestro católico y uno protestante, que el instituto hace venir del Norte – de Europa principalmente – pero también del Sur, y en particular del África Subsahariana.
El hecho de encontrarse en Marruecos, en un contexto totalmente musulmán ha añadido un toque muy original a este centro que ya es muy singular en sí mismo. «Lo que nació como un lugar de diálogo entre cristianos, se convirtió rápidamente en un lugar de diálogo interreligioso, especialmente con el Islam». Aparte de estudiarse obligatoriamente hebreo y el griego, como es natural en el estudio de la teología cristiana, también la licencia incluye cursos de árabe clásico, exégesis del Corán e historia de las relaciones entre cristianos y musulmanes. Hoy todos los países están enfrentados al desafío de vivir juntos entre el cristianismo y el islam.
Aún subsisten en Marruecos ciertos prejuicios, heredados de la historia colonial, pero también es cierto que desaparecen poco a poco. A ello contribuye la creciente cooperación de Marruecos con los países subsaharianos, unido al aumento de la población subsahariana con la llegada y el asentamiento de los inmigrantes y los estudiantes, muchos de ellos cristianos, con lo que aumentan la presencia cristiana en el Marruecos. Con todo ello, los marroquíes están
descubriendo otro cristianismo que se aleja mucho de la memoria relacionada con la colonización. Se trata hoy de un cristianismo mayoritariamente africano. La prueba de ese cambio de actitud en la sociedad marroquí, es la de que el Instituto ha sido solicitado por la Rabita de los Ulemas para establecer, un seminario mensual para la formación de los estudiantes marroquís de religión, en el conocimiento del cristianismo y el diálogo interreligioso. Otro ejemplo de esta colaboración es el de que en el pasado mes de noviembre, el Instituto organizó un simposio conjuntamente con la Universidad Internacional de Rabat, UPAC (Yaundé) y el IRD francés (Institut de Recherches et Développement) francés. Fue titulado: « Afrique et radicalité religieuse» (África y el radicalismo religioso) y en el mismo intervinieron teólogos, sociólogos, filósofos e historiadores de trece países.
Lo más singular de este sistema de aprendizaje es el hecho de ser desde “dos ángulos”. Los francófonos lo expresan muy bien con la expresión “à deux voix” (“a dos voces”), ya que existe esa doble realidad de católico/protestante, europeo/africano, cristiano/musulmán, etc. donde lo mejor de cada tradición se presenta y se pone en diálogo, y así se da la palabra al otro. De esta forma se fomenta la escucha y debate en lugar de la confrontación, con múltiples oportunidades para compartir, se forjan las
personas haciéndolas capaces de escuchar y adaptarse uno al otro. Aquí aprendemos a estimar a los otros restantes sí mismo y afirmando que somos. Hay otros países en la subregión donde los cristianos son una minoría. La competencia entre grupos cristianos es contraproducente: evita cualquier techo…
Poco a poco, el Instituto gana la confianza de las autoridades. Las relaciones también se crean con los universitarios marroquíes. Puede contribuir a la formación de los estudiantes marroquíes en el pluralismo religioso y el conocimiento del cristianismo, y esta podría ser un día una nueva misión que también podría establecerse. Las Iglesias cristianas de Marruecos están al servicio de sus fieles, pero también están abiertas a colaborar en todo cuanto nos pidan en el país que nos acoge.