Las Hermanas Pobres de Santa Clara de Monzón dedican este decálogo a dar gracias a la comunidad de Salesianos que la semana pasada recibían un homenaje a sus siete décadas de labor educativa y pastoral. El obispo, Ángel Pérez, dio lectura a estas palabras en la eucaristía que acogió el patio interior del Colegio Salesiano.
- Gracias por las Eucaristías celebradas introduciéndonos en el Misterio de la entrega del Señor.
- Gracias por tantas absoluciones penitenciales conductos hasta nosotras de la misericordia de Dios.
- Gracias por tantas homilías acercándonos a la Palabra de Dios.
- Gracias por tantas bendiciones impartidas con las que el Señor nos acompaña.
- Gracias por conocernos por nuestro propio nombre y lugares en el coro.
- Gracias por tantos detalles de cercanía a todas nosotras.
- Gracias por vuestro esfuerzo para ser siempre puntuales a nuestras madrugadoras celebraciones.
- Gracias por vuestro tiempo gastado en escuchar nuestros cantos y prolongada liturgia.
- Gracias por vuestro carisma, por poder compartir vuestras fiestas y celebraciones salesianas.
- Gracias por vuestra fidelidad al seguimiento de Cristo en la Iglesia y para la Iglesia desde el carisma de San Juan Bosco.
Previamente, en el acto institucional del Ayuntamiento de Monzón, fue el alcalde, Isaac Claver, el que prestó su voz al mensaje de las Clarisas:
Nuestro más sincero y sentido agradecimiento al Sr. Alcalde que nos invitó a tomar parte de este acto de homenaje a la Congregación Salesiana presente durante siete décadas en nuestra querida ciudad de Monzón.
Por nuestra forma de vida, nuestra presencia en tantos momentos se manifiesta en ausencia física como en este caso, por lo mismo será el Sr. Alcalde quién nos preste su voz para ¿qué decir y cómo traducir en palabras lo que experimentamos en este momento? momento teñido de un sabor “agridulce” para todas y cada una de nosotras.
Nuestros hermanos salesianos, todos los que han pasado por esta comunidad de Monzón, y la misma Congregación como institución, se merecen este homenaje y mucho más que un homenaje, por la misión de formación y evangelización que han desarrollado a favor de nuestra ciudad de Monzón. Sin embargo, quisiéramos que el motivo final de este homenaje no fuera una “despedida”, sabemos que se queda su obra “el colegio”, pero se va la comunidad formada por salesianos consagrados a esta tarea, se van personas, para nosotras hermanos, y eso “duele”, y no poco. A nosotras, hermanas pobres de Santa Clara, nos toca de lleno y en directo, desde que llegaron a residir a nuestra ciudad han sido nuestros capellanes, la relación de comunidad a comunidad ha sido día a día, durante semanas, meses y años, hemos visto trascurrir el ir y venir de todos ellos, los hemos conocido y tratado, eso no se puede describir sin resultar insuficiente y falto de expresión. Solamente podemos decirles, no lo escondemos, con lágrimas en los ojos y más en el corazón, GRACIAS, que Dios os lo pague, nosotras nunca lo podremos pagar, ni siquiera lo intentamos, las bendiciones de Dios son siempre gratuitas, vosotros habéis sido un DON de Dios para nuestra comunidad durante tantos años. Nuestra gratitud convertida en oración os acompañará siempre. Ah…y nunca dejaremos de celebrar con gran fiesta y alegría la festividad de San Juan Bosco. Viva San Juan Bosco. GRACIAS.