Poder desarrollar un trabajo vocacional con el que ganarse el pan es un privilegio que no todas las personas pueden disfrutar. Pero hay trabajos vocacionales que son VOCACIÓN DE VIDA.
Escuchemos el testimonio de Pilara, que nos habla sobre el cuidado a las personas como muestra del amor de Dios.
La delegación del Encuentro sigue con su acción diocesana de sensibilización sobre el mundo del trabajo. Seamos testigos de la JUSTICIA.