San Íñigo, abad, 1 de junio (Calatayud, solemnidad; diócesis de Tarazona, memoria obligatoria)
Nació en Calatayud, alrededor del año mil, dentro de un familia mozárabe, posiblemente donde más tarde se levantó el monasterio de S. Benito. En su juventud decide iniciar una vida de ermitaño en Tobed.
Más tarde llega al monasterio de S. Juan de la Peña, en el que ya se había introducido la reforma de los monjes benedictinos cluniacenses franceses, allí es ordenado sacerdote y nuevamente emprende una experiencia de ermitaño en Santa María de Gótolas, cerca de S. Juan de la Peña.
Al morir el primer abad de Oña (Burgos), el rey Sancho III le nombra abad de ese monasterio. Destaca su gobierno del monasterio por su paternidad discreta, espiritual y popular. A su vez, es llamado para asesorar al los reyes García Sánchez III y Fernando de León.
El monasterio de Oña adquiere cada vez más importancia, es un impulso espiritual para Castilla, y logra rodearse de un grupo de discípulos que como S. Íñigo alcanzaran la santidad. En su vida realiza varios milagros que aumentan su fama de santidad.
Falleció el 1 de junio de 1068, fue canonizado el año 1163, por el papa Alejandro III en el sínodo de Tours. En el año 1600, fue declarado patrón de Calatayud y de Oña.
Para leer una biografía más amplia: https://www.condadodecastilla.es/personajes/san-inigo-abad-ona/
Ignacio Tomás Cánovas.
Delegado diocesano de Liturgia