Mons. Ángel Pérez: «En Dios encontramos la salud y curación de nuestras heridas»

Diócesis de Barbastro-Monzón
31 de marzo de 2021

La Catedral de Barbastro acogió, de nuevo el día de Martes Santo, la Misa Crismal en la que se bendijeron los óleos de los catecúmenos y enfermos, y el santo crisma, que utilizarán los sacerdotes a lo largo del año al impartir los sacramentos. A ellos, al presbiterio diocesano, dirigió el obispo, Ángel Pérez, las primeras palabras de su homilía. «Qué bien hace las cosas Dios que da a los esposos un hogar, da a los consagrados una comunidad pero regala a estos sacerdotes un presbiterio, una familia, unos hermanos para que juntos podamos serviros y amaros», proclamó.

Cada uno de ellos, siguió, lleva siempre cerca una caja con los óleos y el crisma, «herramienta para ofrecer la Gracia de Dios». En primer lugar, enumeró, el óleo de los catecúmenos porque «Dios te busca, te ama y quiere sanar ese anhelo de plenitud, de sentido, que todo hombre y mujer lleva en su corazón. Como nunca hemos experimentado lo necesitados que estamos unos de otros. Ojalá todos fuéramos catecúmenos». En segundo lugar, el óleo de los enfermos, «que tantas veces ofrecemos a quienes viven una situación de fragilidad. Es precisamente para que nadie se pierda, porque es en Dios en quien encontramos la salud y la curación de nuestras heridas». Finalmente, el santo crisma, aceite perfumado que refleja «el buen olor de Cristo, que cada uno de nosotros tendríamos que visibilizar e irradirar»,
subrayó, animando a ser, como cristianos, «signo, a través de nuestra vida, de esa fuerza sanadora de Dios».

«Jesús nos dejó los siete sacramentos, que reflejan los siete momentos más importantes de la vida, en los que nos suele acompañar un sacerdote: al
nacer, crecer, alimentarse, hacer opciones de vida, tropezar, caer y también para acompañar hasta la casa del Padre», añadió. Mons. Ángel Pérez expresó su deseo de que la Misa Crismal, plena de significado a través de gestos y signos, sirviera para entender que «ser ungido por Dios significa ser tatuado, marcado; que somos de Dios y para Dios vivimos y en Él existimos».

Tras la homilía, los sacerdotes renovaron las promesas que hicieron el día de su ordenación sacerdotal, ante el obispo y la comunidad diocesana. Con el recuerdo de los presbíteros fallecidos, el obispo pidió a los fieles oraciones por las vocaciones, por sus sacerdotes y por él mismo, «para que sea buen pastor, maestro y siervo de todos».

Misa Crismal 2021. Catedral de Barbastro.
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