El equipo del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón prosigue con el desembalaje de los bienes de las parroquias argonesas, labor que realizan en varias fases. Una primera consiste en la apertura de cada caja, bajo supervisión notarial. Se comprueba que la referencia del bulto coincida con la relación aportada por el Museo de Lérida y con el contenido efectivo del paquete. Es un proceso lento, en el que cada paso se fotografía para dejar constancia tanto del embalaje para el transporte como del estado de la pieza. Más adelante, de modo mucho más reposado, se acometerá el estudio de cada una de las obras de arte en un análisis pormenorizado que oriente las siguientes acciones, y determine cuáles de ellas están en condiciones de ser expuestas.
La semana pasada se desembalaron las 42 piezas recibidas el 5 de marzo, que por su volumen se acometió en dos jornadas. Por un lado, las pinturas sobre tabla y tejido, con la presencia de la directora general de Patrimonio, Marisancho Menjón. Por otro, los textiles, procedentes en su mayoría de Roda de Isábena, con la participación de Lidia Santalices, de la empresa Kronos, experta en tejidos.
Entre esas piezas, que ya descansan en los almacenes del Museo, figuran varios Bienes de Interés Cultural: la tabla de San Blas de Algayón, la predela con escenas hagiográficas de Monzón, la tabla de la Ascensión y Pentecostés de Binaced, la casulla del árbol de Jesé de Roda de Isábena, la casulla de san Ramón de Roda de Isábena, la casulla y la capa pluvial de san Vicente de Roda de Isábena y la capa pluvial de san Pedro de Roda de Isábena.