El Papa Francisco convoca el Año especial dedicado a la familia, que se inaugurará el 19 de marzo de 2021, quinto aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Precisamente a partir de la celebración de este aniversario, el Santo Padre ofrecerá a la Iglesia la oportunidad de reflexionar y profundizar en el riquísimo contenido de la Exhortación Apostólica, fruto de un intenso camino sinodal, que aún continúa a nivel pastoral.
La iniciativa, que lleva el nombre de Año «Familia Amoris Laetitia» (www.amorislaetitia.va) y que estará marcada por propuestas e instrumentos pastorales que se pondrán a disposición de las realidades eclesiales y de las familias, concluirá con la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, en junio de 2022.
Año de la «Familia Amoris Laetitia»
El año de la «Familia Amoris Laetitia» es una iniciativa del Papa Francisco que se propone llegar a todas las familias del mundo a través de propuestas espirituales, pastorales y culturales que se podrán llevar a cabo en las parroquias, diócesis, universidades, movimientos eclesiales y asociaciones familiares. El objetivo es ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización para vivir concretamente la riqueza de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.
La experiencia de la pandemia ha puesto de relieve el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una «familia de familias» (AL 87).
Esta merece un año de celebraciones para que sea puesta en el centro del compromiso y del cuidado de cada realidad pastoral y eclesial.
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Los objetivos
- Difundir el contenido de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, para hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que «llena el corazón y la vida entera» (AL 200).
- Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Para ello es necesario que los pastores y las familias caminen juntos en una corresponsabilidad y complementariedad pastoral entre las diferentes vocaciones en la Iglesia (Cf. AL 203).
- Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familia. Para ello se requiere «un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia» (AL 200), ya que una familia discípula se convierte también en una familia misionera.
- Concienciar a los jóvenes de la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, con iniciativas dedicadas a ellos.
- Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.