Como nos ha recordado nuestro Sr. Obispo, en estos días, la Navidad es tiempo de SOLIDARIDAD, PAZ Y ESPERANZA. Por eso nuestra Oración y nuestra vida han de llevar a los demás esa alegría, paz y esperanza que, sobre todo hoy, tanto necesita nuestro mundo que sufre. Y eso también es parte de nuestra SOLIDARIDAD, que además se ha de hacer efectiva en el COMPARTIR. No podemos quedarnos en buenas intenciones, sino han de llegarles nuestras donaciones para tantas necesidades que en estos países más pobres afrontan nuestros misioneros.
Aprovechamos también, para agradeceros a toda la Diócesis vuestra colaboración económica en las campañas de misiones, especialmente del Domund y de Cochabamba. Dios os premie vuestra generosidad y vuestra respuesta solidaria. La Iglesia es misionera, nosotros somos misioneros, que en este momento más especial del recuerdo de nuestra misión de Cochabamba, hagamos más intenso y presente nuestro ardor misionero.