Las diócesis de Aragón recaudan 10.000 euros para que los reclusos de Teruel, Zuera y Daroca puedan felicitar la Navidad a sus seres queridos

José María Albalad
23 de diciembre de 2020

La iniciativa, ‘Minutos de esperanza’, cumple su objetivo en un año especialmente complejo para la población reclusa, más aislada de sus familiares por las restricciones de visitas que ha supuesto la pandemia 

La Pastoral Penitenciaria de las diócesis de Aragón concluye la campaña ‘Minutos de esperanza’ con 10.000 euros recaudados, una cifra que va a permitir, un año más, que ningún interno de las cárceles de Teruel, Zuera y Daroca se quede sin felicitar la Navidad a sus familiares y seres queridos por falta de recursos económicos. De esta forma, se ofrece un testimonio de “amor y perdón” a los descartados de la sociedad. 

Isabel Escartín, delegada de la Pastoral Penitenciaria en la Archidiócesis de Zaragoza e impulsora de la iniciativa, se muestra “sobrecogida” y “muy contenta” por la respuesta de la gente: “Tenemos una sociedad muy generosa. Este año era más necesario que nunca echar una mano a los internos, porque reciben menos visitas, si las reciben, y están muy aislados”. 

Voluntarios, capellanes y obispo coordinador no podrán vivir este año la Navidad con los internos debido a la pandemia. Imagen de archivo.

En cuanto al reparto, Escartín explica que las tarjetas telefónicas ya no pueden adquirirse tampoco en los centros penitenciarios, por lo que este año “van a ser las direcciones de las cárceles quienes hagan el reparto del dinero, centrándose, en primer lugar, en aquellos que no tienen fuentes de ingresos ni recursos económicos”. Así, apunta la delegada de Zaragoza, “se va a apoyar a las personas que más lo necesitan”. 

Nacer de nuevo

El obispo Ángel Pérez Pueyo, responsable de la Pastoral Penitenciaria en Aragón, agradece “profundamente” la generosidad e implicación de los benefactores, así como de los medios que difundieron la campaña: “Gracias al compromiso de todos hemos logrado regalar esperanza, a través de un gesto que, sin duda, es reflejo de la ternura y caricia de Dios”.

En una videofelicitación dirigida a las personas privadas de libertad, monseñor Pérez Pueyo ha invitado a los reclusos a convertirse en “estrella luminosa que alumbre hoy a Cristo en el corazón del mundo”. Para ello, ha pedido a Dios que “nos libere de las cadenas que nos atan” y que nos ayude a vivir, quizás favorecido por la pandemia, “una Navidad sobria, sencilla, auténtica, sin colorantes ni aditamentos, centrada en lo esencial”. 

Cristo viene, para los internos y para todos. “Dejemos que Dios nazca en el corazón cada día y así será siempre Navidad”, concluye el prelado de la Diócesis de Barbastro-Monzón.  

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