Tras el juramento sobre los Santos Evangelios en la catedral del Salvador —la Seo—, el nuevo prelado ha pedido a la Virgen en la Santa Capilla tanto por su ministerio episcopal como por las necesidades de todos los aragoneses en estos momentos de pandemia. A continuación, ha tomado posesión canónica de la sede en una misa celebrada en el altar mayor de la basílica del Pilar.
Con ilusión y responsabilidad. Así ha tomado posesión de la Archidiócesis de Zaragoza monseñor Carlos Escribano Subías este sábado, 21 de noviembre, en una jornada llena de fe y emoción que ha comenzado a las 10.15 horas en la catedral del Salvador. Ha sido allí, en la Seo cesaraugustana, donde ha tenido lugar el encuentro del nuevo Arzobispo con el nuncio apostólico de su Santidad, Bernardito Auza, y el administrador apostólico, Vicente Jiménez.
Con el objetivo de evitar la propagación de la Covid-19, el saludo a las autoridades —entre las que han estado presentes el alcalde de la ciudad de Zaragoza, Jorge Azcón; el deán del Cabildo Metropolitano, Joaquín Aguilar; y los miembros del Colegio de Consultores— ha sido en el interior del templo, a puerta cerrada, y no en la plaza de la Seo, como marca la tradición.
Los medios de comunicación sí han podido inmortalizar el juramento y la promesa sobre los Santos Evangelios del prelado aragonés, que conoce bien la porción de la Iglesia católica que el papa Francisco le encomienda pastorear a orillas del Ebro. No en vano, ejerció su ministerio sacerdotal en Zaragoza durante 14 años, antes de ser nombrado obispo de Teruel y Albarracín en 2010.
El traslado a la catedral basílica de Nuestra Señora del Pilar se ha desarrollado sin la procesión habitual. Y es que, por prudencia, ante la posibilidad de que muchos fieles se acercaran a arropar al nuevo Arzobispo, se ha optado por evitar cualquier tipo de congregación en la vía pública. Más teniendo en cuenta el entusiasmo que el nombramiento de monseñor Escribano ha generado en gran parte del pueblo de Dios, que ya tuvo la oportunidad de trabajar con él —como vicario episcopal y presbítero— en la primera década de este siglo XXI.
A los pies de la Virgen
Al llegar al Pilar, en torno a las 10.45, don Carlos ha ido directo a la Santa Capilla, donde se ha postrado a los pies de la Virgen y ha encomendado a la madre de Dios tanto su ministerio en la Archidiócesis de Zaragoza como las necesidades de toda la sociedad. Especialmente, según ha trasladado a los periodistas, se ha acordado de quienes, de un modo u otro, están sufriendo la consecuencias sanitarias, sociales, económicas y laborales de la pandemia.
Poco después, a las 11.00 horas, ha comenzado la misa estacional en el altar mayor de la basílica del Pilar, retransmitida en directo por el canal de televisión Trece y por Radio María. El aforo ha estado limitado al 25% de su capacidad, como ordena la fase de alerta tres que rige actualmente en toda la Comunidad Autónoma. Aun así, han asistido unas 300 personas, con las medidas de protección establecidas (uso continuado de la mascarilla, distancia interpersonal de 1,5 metros y utilización de gel hidroalcohólico).
Al comienzo de la celebración, el administrador apostólico Vicente Jiménez ha presentado la diócesis al nuevo obispo, mientras que el nuncio Bernardito Auza ha pedido que se mostraran las Letras Apostólicas del nombramiento al Colegio de Consultores y ha invitado al obispo electo, en nombre del Santo Padre, a que, con la mitra y el báculo —símbolos de su ministerio pastoral— se sentara en la Cátedra. De este modo ha tomado posesión de la sede monseñor Escribano.
A continuación, una representación de la Iglesia que peregrina en Zaragoza se ha acercado al altar para manifestar obediencia y afecto al nuevo pastor. En concreto, lo han hecho el deán del Cabildo, Joaquín Aguilar; el vicario general, Manuel Almor; el último sacerdote ordenado (Galo Oria); el matrimonio delegado de Familia y Vida (Esteban Luzón y Paqui Querol); dos religiosas (sor Juana Belzunegui y hermana Peregrina Bokoka); la delegada de Pastoral Juvenil y Vocacional (Noelia Ventura) y un seminarista (Jorge Gracia).
Espíritu festivo
Si bien los asistentes no han podido cantar durante la celebración, por las restricciones del Gobierno de Aragón para controlar la pandemia, sí ha actuado la Escolanía de Infantes de Nuestra Señora del Pilar, bajo la dirección del maestro José María Berdejo y Juan San Martín en el órgano. Ello ha hecho que no se perdiera la calidez, solemnidad y espíritu festivo de la toma de posesión, con una música que, al mismo tiempo, ha favorecido la oración y el recogimiento.
Entre los veintidós obispos concelebrantes, se encontraban los cuatro obispos de las diócesis sufragáneas de Zaragoza: Julián Ruiz (Huesca), Eusebio Hernández (Tarazona), Ángel Pérez (Barbastro-Monzón) y Antonio Gómez (Teruel y Albarracín). También han estado presentes el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello; setenta sacerdotes, cuatro diáconos y diecisiete seminaristas.
Además de los presbíteros, religiosos y seglares que han representado a toda la Archidiócesis, junto a los miembros de los órganos consultivos, ha habido una destacada participación de autoridades civiles, políticas, académicas, militares y judiciales.
PALABRAS DE ACOGIDA DEL ADMINISTRADOR APOSTÓLICO AL NUEVO PASTOR