La Delegación de Manos Unidas celebró el inició el curso el día 17 de septiembre con una Eucaristía en la Parroquia de Santa Emerenciana, presidida por el consiliario de Manos Unidas Héctor Abel Pérez Conesa, y ofrecida por los socios, voluntarios, colaboradores, familiares y amigos, fallecidos en estos últimos meses a causa del COVID 19 u otras causas: Se puso de relieve cómo este coronavirus ha agravado la pandemia del hambre que las personas con las que trabaja Manos Unidas vienen sufriendo silenciosamente desde hace muchos años.
Esta eucaristía sirvió como un signo de la unión, que desde la fe en Cristo resucitado, nos mantiene comprometidos con la causa de los pobres en el mundo, y el recuerdo de la entrega de quienes descansan ya en el Padre para reforzar nuestro compromiso para que el amor del Evangelio siga presente en el mundo y sane a los hermanos con los que trabajamos.