El próximo 26 de julio, la Iglesia celebra la festividad de san Joaquín y santa Ana, padres de la Santísima Virgen. Al ser patronos de los abuelos, es un día en el que se recuerda de forma especial a los mayores. Este año, marcado por la pandemia, los obispos españoles se acuerdan especialmente de ellos, que son quienes más han sufrido la enfermedad en residencias, hospitales y domicilios.
En un mensaje firmado por la Comisión Episcopal para la Pastoral social y la subcomisión de Familia y Defensa de la Vida, invitan a “no olvidar nunca aquellas palabras del papa Francisco en las que afirmaba que una sociedad que abandona a sus mayores y prescinde de su sabiduría es una sociedad enferma y sin futuro”.
Sin memoria, recoge el documento, no puede haber horizonte para los jóvenes, “por eso hay que evitar que se produzca una ruptura generacional”. El papel de los ancianos es irremplazable, de ahí que la Iglesia se convierta en un lugar donde unos y otros están llamados “a compartir el plan del amor de Dios”.
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