¿Cómo romper el confinamiento sin poner en riesgo nuestra salud y las de los demás? ¿Cómo estar cerca de los que están lejos? ¿Cómo quebrar la soledad y acompañar en este trance, o ser acompañados? Los abrazos virtuales corren por las redes sociales como remedio al alejamiento social que impone el estado de alarma y con el móvil en la mano, un terminal de ordenador o una tableta, las distancias se acortan. Lo saben bien los jóvenes de la diócesis de Barbastro-Monzón que cada día se encuentran con sus compañeros de Asidonia-Jerez para rezar el rosario… por obra y gracia de Instagram.
La relación entre las delegaciones de Pastoral Juvenil y Vocacional de ambas diócesis se remonta a agosto pasado, cuando los andaluces llegaron a Huesca para participar conjuntamente en una Misión Joven y demostrar que se puede ser joven, alegre, moderno, creyente y vivir con autenticidad la vida. La experiencia fue más que positiva, echó a andar con intención de continuar este año y, de hecho, en febrero pasado vivieron un nuevo Encuentro en la Esperanza en Peralta de la Sal.
Y ahora, a mil kilómetros de distancia pero unidos por la fe se encuentran cada noche en una iniciativa que Asidonia-Jerez puso en marcha desde principios del confinamiento: rezar el rosario en directo, vía Instagram, de manera que cualquiera puede unirse. Lo hacen por parejas, con una persona de cada diócesis, que se conecta a las 22,15 horas para retransmitirlo. Para una de sus responsables en la diócesis, Ariana Ortas, «está funcionando bastante bien y es una manera de darnos apoyo mutuo incluso estando lejos. Me parece un símbolo bonito de Iglesia unida rezando por una causa común».