La Unidad de Patrimonio de la Policía Judicial de Guardia Civil de Huesca ha depositado hoy en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón una talla románica procedente de la parroquia de Ribera, en la Ribagorza, que representa a santa Ana sosteniendo a la Virgen María. Esta obra de arte permaneció durante años en un domicilio particular, en el que Manuel Iglesias y Enrique Calvera, responsables en su momento del patrimonio diocesano, fotografiaron la pieza cuya imagen se incluyó en el catálogo de la exposición Tierra Nuestra, Arte y Fe en el Valle de Benasque, que se celebró en el verano de 1994 en Anciles.
En el año 2017, el Museo Diocesano y la delegación de Patrimonio, en su habitual labor de control, inventariado y salvaguarda del patrimonio, detectaron que esta imagen había desaparecido y procedieron a formular la correspondiente denuncia ante el puesto de la Guardia Civil de Barbastro. En ese momento se inició una minuciosa y tenaz investigación, con la colaboración del departamento de Cultura del Gobierno de Aragón y del Museo Provincial de Huesca, que ha concluido con el hallazgo y devolución de este conjunto de este conjunto en un acto privado celebrado esta mañana en el Museo. En este espacio, el Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, Francisco Javier Vélez, ha entregado al obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez Pueyo, la talla recuperada, ante la presencia del Consejero de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, y la directora general de Patrimonio, Marisancho Menjón.
El obispo, Ángel Pérez, ha mostrado su satisfacción ante la labor conjunta desarrollada por la Guardia Civil y la iniciativa de las profesionales del Museo Diocesano, cuya tarea de estudio y conservación patrimonial abarca los bienes muebles e inmuebles de toda la diócesis, estén o no en ella. En este sentido, ha anunciado que se está trabajando en la regularización jurídica de obras de arte en situación similar a la santa Ana recuperada, agradeciendo el interés de los particulares que las custodian y subrayando la necesidad de extender la protección a este legado también desde el ámbito legal. Todo ello, encaminado a asegurar su propiedad pero también la disponibilidad de esas obras y, por tanto, el fin para el que nacieron: el culto.
“Otros día grande para nuestra humilde pero fecunda diócesis”, ha comenzado diciendo el obispo, que ha pedido a las administraciones públicas que no reduzcan arbitrariamente la formación religiosa que “imposibilita disfrutar de la hondura y profundidad espiritual que las obras de arte entrañan. No permitan que las próximas generaciones no tengan conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las que todo el mundo discute”.
