El día 4 de Noviembre nos encontramos en el Seminario Diocesano de Teruel, las Juntas de Zaragoza, Huesca, Barbastro-Monzón y Teruel, para reflexionar y poder compartir nuestras ilusiones y esperanzas en el seguimiento de Jesús. Nos acompañaron todo el día: Nuestro obispo D. Antonio Gómez, D. Alfonso Belenguer, Vicario General y Delegado Episcopal para la vida consagrada, Toya González de Castejón, coordinadora general de Cónfer diocesana y regional y el secretario de cónfer nacional, Jesús Miguel Zamora.
Después de la acogida, que fue un momento de encuentro muy cercano, participamos en la Eucaristía, presidida por nuestro obispo D. Antonio y concelebró con él D. Alfonso. Quisimos que la Eucaristía nos centrara el encuentro, ya que es el eje fundamental para vivir desde la fe, y por eso empezamos por Ella. Se proclamó el evangelio de la Visitación Lc 1,39-45 donde nuestro obispo resaltó tres ideas que nos parecieron muy significativas:
- María e Isabel, dos mujeres que viven una situación de perplejidad. Ninguna de las dos la comprenden pero se fían de Dios.
- María va deprisa a la montaña ( lugar de la presencia de Dios)
- María e Isabel se abrazan y se da la experiencia de gozo, porque hay situaciones en la vida que sobran las palabras…basta dar un abrazo.
Después de la Eucaristía, D. Antonio nos dio una charla que se tituló “el encuentro”, que nos sirvió para centrarnos en lo fundamental de nuestra vida consagrada y en cómo revitalizarla cada día para ser realmente testigos de Jesús Resucitado. Nos invitó a hacer el camino de ida y vuelta de los discípulos de Emaús.
Dios nos invita, hoy de nuevo, a abrir nuestra tienda; a volver al amor primero “Única Razón de nuestra vida”; y a escucharle , personalmente, porque nos dice a cada uno de nosotros: “Yo estoy contigo y te quiero” y esto hace que nuestros corazones ardan, como les pasó a los de Emaús y ahora, como ellos tenemos que volver a la comunidad, a los otros….para contagiarlos de nuestra alegría.
Sí, hemos de ensanchar nuestra tienda y esto solamente se puede hacer desde la conversión personal y para ello necesitamos:
- Discernimiento colegial
- Diálogo de fraternidad en el mundo, es decir, nuestra presencia tiene sentido si anunciamos a Jesucristo con la palabra y con la vida.
- Pastoral gratuita, al estilo de Dios, que se nos da sin esperar nada a cambio y siempre dando Él el primer paso.
- Primado de la caridad que nos hará vivir en comunión y ser testigos de esperanza.
- Afectos y misión: Vivir el gozo de la llamada en el aquí y ahora, porque Dios siempre es FIEL y esto es nuestra fuerza para vivir cualquier situación desde la Esperanza.
Después de esta reflexión, compartimos aquello que más nos había hecho vibrar por dentro y que nos animaba a afirmar que nuestra vida tiene sentido porque Jesucristo sigue siendo actual.
Terminamos con una comida fraterna y, al finalizar, dimos un paseo por nuestro querido Teruel para contemplar su belleza. Se valoró el encuentro, como muy sencillo, fraterno y muy vivido por todos.
Desde aquí ¡MUCHAS GRACIAS! porque entre todos lo hicimos posible.
Cónfer-Teruel