Opinión

José Luis Navarro

La Cruz de Tibhirine, una cruz pascual

13 de mayo de 2019

Acabamos de celebrar, por primera vez, la memoria de los Beatos Mártires de Argelia, entre los que se encuentran los monjes de Nuestra Señora del Atlas, que es como se llama la comunidad que habitaba el monasterio de Tibhirine en Argelia, y que hoy, con el mismo nombre, continúa en Marruecos, al pie del Alto Atlas, en la Villa de Midelt.

Desde el martirio de los Hermanos de Atlas han aparecido muchas imágenes, cuadros, películas e iconos de los “monjes de Tibhirine”, que los representan muy bien y expresan con mucho acierto el espíritu de la comunidad. Pero existe una imagen muy singular, que les representa y que es anterior al don de sus vidas. Se trata del Icono-cruz llamado de Tibhirine. Es un icono escrito por la Hermana Françoise MENETRIER en 1986, siguiendo las indicaciones dadas por el Padre Christian de Chergé, entonces superior de la Comunidad de Nuestra Señora del Atlas. Durante diez años, hasta la noche de su secuestro en marzo de 1996, los monjes rezaron ante este icono en su capilla de Argelia, y continúan haciéndolo hoy en la capilla de Marruecos.
La Cruz de Tibhirine, tiene de especial, el que se trata de un icono de Cristo en gloria. Cristo está representado de pie en su cuerpo de gloria y evoca una actitud de abrazar que sobrepasa la del crucificado.

Su postura está llena de Majestad y su mirada vuelta hacia el Padre representado de manera simbólica en lo alto del icono por la mano que desciende del cielo y bendice.

Los clavos color oro, irradiando la luz divina en forma de estrellas. Al igual que el color ocre dorado que recubre el fondo del icono, como una luz divina que envuelve todo el conjunto.
Cristo está vestido con una túnica blanco, como el la Transfiguración y con un manto púrpura, color de la Realeza y una estola dorada símbolo de su sacerdocio Real. Y la madera de la cruz que soporta el icono toma la forma de su cuerpo glorioso, pero la figura de Cristo aparenta estar separada, parece estar en un movimiento de elevación, de Ascensión.

La Virgen María y San Juan están representados a ambos lados de Cristo en Gloria. María está de frente, como dando la bienvenida al Hijo. Lleva una túnica verde y un velo (maforiom) adornado con tres estrellas, una en el frente y las otras sobre los hombros, como signo de su virginidad perpetua. Está en actitud de orar, levantando sus manos como cantando el Magnificat.

San Juan está medio de perfil, levanta el rostro hacia Cristo y dobla el brazo derecho, poniendo la mano en el corazón, ama a su Señor.

La inscripción en lo alto de la cruz está en árabe, y no dice “Jesús Nazareno, Rey de los judíos” sino una expresión en árabe que viene a decir «Realmente, ha resucitado», evocando el saludo que se dirigen los cristianos orientales para Pascua. El saludo es: ”Cristo ha Resucitado” a lo que se responde: “Verdaderamente ha resucitado”.

El icono muestra la victoria de Cristo sobre la muerte. El icono representa a Cristo vivo en la Cruz, Cristo ya iluminado por completo de la dulzura de la Gloria.

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