Últimamente estoy escribiendo algunas ideas acerca del tiempo libre, ya que en Japón el tiempo libre es inexistente . Todo el mundo trabaja largas jornadas laborales y apenas se cultiva el tiempo libre. Pensando en las consecuencias que esto tiene para el ser humano, me salieron estas ideas sueltas y deslavazadas. Simplemente las comparto.
– Redescubrir la importancia de que el verdadero tiempo libre te ayuda al crecimiento y desarrollo personal y al cultivo del mundo de la gratuidad.
– El verdadero ocio busca las tres “D”: descanso, diversión y desarrollo de la humanidad.
Subrayar el carácter de agitación y nerviosismo que presentan los ocios modernos, que imponen rapidez, agotamiento y desgaste. Hay que descansar el lunes del cansancio que produce haber descansado el sábado y el domingo. Hoy existe un estado de nerviosismo que nos prohíbe el reposo y nos empuja a una hiperactividad de escape. La diversión de nuestro tiempo está amenazada por los peligros de la comercialización, la masificación y la pasividad (Si te diviertes como te divierten en verdad no te diviertes; la verdadera diversión nace de dentro).
– Proponer un sentido auténtico del ocio. Hay que distinguir la falsa diversión que tanto abunda en nuestro ambiente, del auténtico ocio que humaniza y nos hace más personas. El hombre corre, huye, pero de si mismo, pierde el recogimiento, es incapaz de estar solo en una habitación.
– La vivencia de la dimensión lúdica de la persona es algo esencial para su realización. “Dime cómo te diviertes y te diré quien eres” decía Ortega y Gasset. La diversión es algo constitutivo del ser humano; donde uno expresa lo que verdaderamente es.
– ¿Qué parte de tu tiempo libre reservas al desarrollo cultural para adaptarte a los aspectos renovadores de la sociedad? (Nuevas tecnologías, idiomas, cambios culturales, nueva mirada…).
– Cultivar la creatividad en tu tiempo libre: el hombre es un ser creativo, que recrea la vida desde dentro. La creatividad está en relación con las raíces de la vida, con lo que llevas dentro, con la capacidad de percibir la realidad a distintos niveles de profundidad.
