La parroquia de San José de Barbastro ha acogido el Encuentro Diocesano de Catequistas, cuya delegación ostenta desde 2016 el matrimonio formado por Santiago e Isabel. Santiago Martín Ulecia es profesor de Religión Católica de Secundaria y Bachillerato en el IES Martínez Vargas y en el Colegio San Vicente de Paúl, en Barbastro, y catequista de Confirmación en la Unidad Pastoral de Barbastro (Parroquia de San José). Isabel Martínez Rodríguez es profesora de Religión Católica de Infantil y Primaria en el CEIP Víctor Mendoza de Binéfar, así como catequista de Comunión en la Unidad Pastoral de Barbastro (Parroquia de San Francisco de Asís). Con ambos ha conversado el consiliario de Medios de Comunicación, José María Ferrer.
¿Cuál ha sido el objetivo central de este encuentro?
Hemos querido desarrollar una jornada de convivencia, oración y formación entre los catequistas, sacerdotes y personas interesadas en torno a uno de los temas que creemos que hoy es importante para el buen desarrollo y futuro de la catequesis. En este encuentro ha sido el tema de la familia en el ámbito pastoral y, en concreto, en el de la catequesis y las celebraciones relacionadas con ésta.
¿Qué cosas ayudan a transmitir la fe y qué cosas lo ponen difícil?
Debemos partir de esta realidad: cada vez más las familias, en particular los padres, están dejando de ser el nexo transmisor de la fe para sus hijos. Muchas veces la fe viene de los abuelos y de las personas mayores de la familia. Esto quiere decir que, aunque los padres deciden que sus hijos vayan a las catequesis parroquiales, esto no se vive como un acontecimiento que marque la vida de la familia ni como un paso más en el camino de la fe, sino que se convierte en algo puntual que queda ahí y no va más allá. En el caso de los jóvenes sí que, en su mayor parte, son ellos los que eligen asistir a catequesis, pero, de manera similar a lo dicho sobre la primera Comunión, después de la Confirmación termina todo el proceso.
Existen elementos que nos ayudan a transmitir esta fe. Es positivo que las familias se acerquen a la parroquia en estos dos años del proceso de catequesis, en el caso de los niños que se preparan para la primera Comunión. Pensamos que debemos aprovechar este acercamiento para darles a conocer también a los padres el mensaje de Jesús, hacerles ver la parroquia como su casa, mostrarles la cercanía de ese Dios que les quiere.
Pero también existen elementos que lo ponen difícil. En la escala de valores, la catequesis ocupa puestos por debajo de otras ocupaciones, actividades extraescolares etc. en la vida de los niños y adolescentes.
¿Cómo podemos actuar partiendo de estas circunstancias?
Es necesario que la catequesis se trabaje en familia. Los padres necesitan conocer el mensaje de amor de Jesús para transmitirlo en su familia y darse cuenta de lo útil y beneficioso que es en sus vidas. Hemos de intentar dar a conocer este mensaje a las familias pero de una manera más cercana, acompañando en un primer paso, escuchando, estando cerca, proponiendo temas que sirvan de interés y ayuda a la familia y, a partir de ahí, se irá desarrollando una catequesis más familiar. Ayudemos a nuestras familias a conocer a Jesús, ellas son el futuro de nuestra Iglesia.
¿Conocéis experiencias en otras diócesis de España, sobre catequesis familiar?
El primero de los Encuentros diocesanos de Catequistas que organizamos como delegados trató sobre la catequesis familiar. En este encuentro, sacerdotes de la diócesis de Calahorra, La Calzada y Logroño nos contaron su experiencia positiva en este ámbito. Existen experiencias en muchas otras diócesis de España como en la cercana Archidiócesis de Zaragoza y otras diócesis de Aragón. En una gran mayoría de diócesis de España, la catequesis se ofrece en las parroquias como catequesis familiar. Tanto los padres como sus hijos reciben la catequesis con el objetivo de que sean los padres los que la transmitan a sus hijos.
