“¡No olvidemos la hospitalidad!” Este es el tema que eligió la comunidad de Taizé para el 41º Encuentro Europeo de Jóvenes, que tuvo lugar del 28 de diciembre al 1 de enero en Madrid. La experiencia de Taizé solo puede ser comprendida desde la experiencia de su fundador, el Hermano Roger.
Más de 15.000 jóvenes de distintas confesiones cristianas se congregaron el pasado sábado en la catedral de La Almudena para un acto que presidieron el cardenal Carlos Osoro y el prior de la comunidad, el hermano Alois Löser, sucesor desde 2005 del hermano fundador Roger Schutz. También se encontraba allí nuestro obispo de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, junto a el arzobispo de Urgel, Joan-Enric Vives; el obispo de Huelva, José Vilaplana y el obispo auxiliar de Madrid José Cobo.El cardenal Osoro y el hermano Alois concidieron en que para rezar hacen falta «silencio y escucha», «constancia», acudir a la Palabra de Dios y entender que «tenemos una luz interior», que es el Señor, que nos acompaña a pesar de nuestras distracciones y faltas.
También insistieron en la necesidad de la oración individual (aunque a veces no se obtengan respuestas, porque el Señor «sorprende» cuando uno menos lo espera) y colectiva, y en ese sentido el hermano Alois alentó a vencer la pereza e ir el domingo a la parroquia para quedarse «con al menos una idea» de lo que dice el sacerdote. El hermano Alois habló, sobre todo, de esperanza y nos recordó que todos somos la misma familia humana.
La primera oración del Encuentro tuvo lugar en un abarrotado pabellón de la Feria de Madrid (Ifema), donde causó especial impresión precisamente el silencio orante de los miles de jóvenes. El recinto está acondicionado a modo de iglesia. Detrás de los iconos de la cruz y de la Virgen María, unas telas pintadas muestran el horizonte de Madrid desde el noroeste, con la catedral de la Almudena y la iglesia de San Francisco el Grande, además del Palacio Real y la Torre de Madrid, y un paisaje castellano con ermitas, castillos y peregrinos. Se trata de dibujos de Enrique Veganzones, pintados con jóvenes voluntarios de Madrid. En el centro se representa el cuadro de La adoración de los pastores de El Greco.