El sacerdote de la archidiócesis de Zaragoza, Guillermo Contín, recibió el 4 de diciembre en Roma la medalla del Pontificado por su tesis doctoral en teología dogmática “Vado ad Patrem. La Ascensión de Cristo en el Comentario a Juan de santo Tomás de Aquino”. Contín, vicario parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, recogió el galardón en el Palacio de la Cancillería italiana en un acto presidido por los cardenales Pietro Parolín, secretario de Estado, y Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura.
“Escribir una tesis doctoral es una tarea muy difícil”, asegura Guillermo Contín, doctor en Teología desde el pasado mes de junio, quien revela la clave de su éxito: “Yo, en muchos momentos, no sabía cómo hacerlo. Entonces suplicaba al Señor, quien no dejó ni un solo día de ayudarme. Parafraseando a san Pablo, puedo decir que la tesis la he escrito yo, «aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo». Al final, por tanto, todo redunda en gloria de Dios”.
Este sacerdote zaragozano, licenciado en Matemáticas y en Filosofía, ha estado cuatro años cursando estudios en Roma, enviado por el Arzobispo. “Esta etapa ha sido un gran regalo”, apunta, con gratitud a toda la diócesis: “Poder estudiar con grandes profesores, la cercanía con el Papa, conocer la vitalidad de la Iglesia de Roma y a sacerdotes de otros lugares… De mi estudio con los dominicos, estos dos últimos años, me traigo una verdadera amistad con santo Domingo, modelo de santo y predicador, y la riqueza de haber dedicado un tiempo al estudio de santo Tomás, maestro indiscutible de la teología católica”.
El acto, que contó con la presencia del rector del Pontificio Colegio Español de Roma, José San José; el administrador, Javier Malo; y el sacerdote e historiador Vicente Cárcel, comenzó con unas palabras del cardenal Gianfranco Ravasi. A continuación, el cardenal Pietro Parolin, dio lectura al mensaje del Papa con la concesión del premio.
La medalla oficial del sexto año del pontificado del papa Francisco, concedida por el Sumo Pontífice a petición del Consejo de Coordinación de las Academias Pontificias, está diseñada por la artista italiana Chiara Principe. En el anverso de la distinción, aparece la imagen del Espíritu Santo, sobre el escudo pontificio. Por su parte, en el reverso, aparece representado el triunfo de la paz, con una frase de Pío XII: “Nada se pierde con la paz; todo puede perderse con la guerra”.
[button color=»white» size=»normal» alignment=»none» rel=»follow» openin=»samewindow» ]LA TESIS DOCTORAL, EN PALABRAS DE SU AUTOR[/button]
La ascensión de Cristo forma parte integrante del misterio pascual, acontecimiento central de la historia y causa de nuestra salvación. Se trata, por ello, de un misterio de la vida de Cristo de máxima importancia. Los santos Padres hablaban de la ascensión como el misterio en el que Cristo, como Cabeza, precede a los miembros de la Iglesia en la gloria, suscitando así nuestra esperanza.
La teología reciente, sin embargo, no ha prestado mucha atención a la ascensión de Cristo. El trabajo realizado surge con el deseo de revalorizar este misterio en la reflexión teológica y en la espiritualidad cristiana, especialmente en una sociedad como la nuestra, tan necesitada de escuchar hablar del cielo. Para ello, decidí acudir al Comentario a Juan de santo Tomás de Aquino, una de las principales obras del gran teólogo, que sin embargo resulta desconocida para el gran público. Aunque san Juan no narra el momento de la ascensión, el discurso de Cristo en la Última Cena contiene muchas referencias a su “ida” al Padre, que santo Tomás comenta con gran finura teológica y profundidad espiritual.